El cometa C2023 TsuchinshanATLAS, apodado el cometa del siglo, ha comenzado a ser observado por astrónomos y entusiastas del cielo nocturno.

Este fenómeno astronómico, que solo aparece cada 26 mil años, promete ser uno de los más brillantes jamás registrados y ya genera expectación en la comunidad científica.

Este cometa se caracteriza por su excepcional luminosidad, que se atribuye a la evaporación de hielo debido al acercamiento con el Sol.

Esta evaporación libera partículas de polvo que forman una brillante cola visible desde la Tierra.

Es un espectáculo visualmente impresionante, afirma el Dr. Juan Pérez, astrofísico del Observatorio Astronómico Nacional.

La magnitud y la intensidad de su brillo son únicas en nuestra época.
El cometa alcanzará su punto máximo de luminosidad en octubre, alcanzando una visibilidad excepcional incluso a simple vista durante las noches del 12 y 13.

Su trayectoria lo llevará a acercarse peligrosamente al Sol, lo que podría afectar su estructura y determinar la duración de su espectáculo.

Estamos atentos a cómo el cometa resiste el calor solar, explica la Dra.María González, especialista en dinámica planetaria.

Dependiendo de su resistencia, podríamos verlo por más tiempo.
Los cálculos preliminares estiman que el punto más cercano del cometa a la Tierra se producirá entre el 2 y el 12 de octubre.

A pesar de las estimaciones precisas, aún existen incertidumbres sobre su trayectoria exacta debido a factores impredecibles como la influencia gravitacional de otros cuerpos celestes.

Es importante recordar que estos eventos astronómicos son dinámicos, advierte el Dr. Pérez.Cualquier alteración en su trayectoria puede cambiar nuestra percepción del espectáculo.

Para aquellos interesados en presenciar este evento celestial, diversas aplicaciones móviles como Sky Tonight permiten seguir en tiempo real la ubicación del cometa y planificar las mejores observaciones.

El fenómeno se convierte en un llamado a la reflexión sobre la grandeza e inmensidad del universo, recordándonos la fragilidad de nuestro planeta frente a los fenómenos cósmicos que nos rodean.