Crisis ambiental tras hundimiento: 18.000 litros de combustible amenazan el ecosistema marino.
La tragedia del velero Bayesian, donde siete personas perdieron la vida frente a las costas de Porticello, cerca de Palermo, ha tomado un nuevo y preocupante giro.

Si bien las autoridades italianas investigan el naufragio y el posible homicidio múltiple por parte del capitán y su adjunto, una nueva amenaza se cierne sobre el ecosistema marino: 18.000 litros de combustible almacenados en los tanques del barco se encuentran ahora en el fondo del mar.

Es una bomba medioambiental, alertan los pescadores locales, quienes expresan su preocupación por las posibles consecuencias para la fauna y flora marina.

El alcalde de Santa Flavia, Giuseppe DAgostino, comparte esta inquietud: Estamos todos un poco preocupados.

La fiscalía de Termini Imerese está investigando exhaustivamente el caso, interrogando al capitán James Cutfield y su segundo, Tijs Koopmans, sobre las decisiones tomadas la noche del siniestro.

Entre las preguntas clave se encuentran por qué el barco permaneció anclado en el puerto a pesar de la inminente tormenta, por qué no se alertó a los pasajeros a tiempo y cuáles fueron las razones del hundimiento del velero, que se consideraba insumergible.

Mientras tanto, buzos de la Guardia Costera revisan meticulosamente cada detalle del naufragio para determinar las causas del accidente.

Su misión incluye evaluar la estanqueidad de los tanques donde se almacenaba el combustible, monitoreando constantemente su contenido y buscando posibles fugas.

El comandante de la Guardia Costera de Palermo, Raffaele Macauda, advierte que el reflotamiento del velero podría tardar meses debido a su profundidad de 50 metros, lo que añade incertidumbre sobre el control del derrame potencial.