Un nuevo capítulo se ha abierto en la investigación por violencia de género que enfrenta al expresidente argentino, Alberto Fernández, tras la difusión de chats privados entre él y su expareja, Fabiola Yáñez.
Las conversaciones, fechadas el 28 de junio, revelan una serie de mensajes donde Fernández instaba a Yáñez a minimizar su participación en las indagatorias judiciales, incluso llegando a sugerirle que hablara lo menos posible para evitar mayores repercusiones mediáticas.
Mi consejo es que hables lo menos posible, se lee en uno de los mensajes enviados por el expresidente.
Estos chats fueron revelados luego de que Yáñez decidiera finalmente denunciar a Fernández por violencia de género, rompiendo un pacto inicial donde había optado por no presentar acciones penales.
La decisión de la ex primera dama llega tras meses de silencio y una investigación judicial que comenzó con el hallazgo de mensajes comprometedores en el teléfono celular de María Cantero, histórica secretaria de Fernández.
Según expertos en derecho penal, los mensajes intercambiados entre Fernández y Yáñez podrían ser considerados pruebas relevantes para sustentar las acusaciones de manipulación y coacción por parte del expresidente.
Estos chats demuestran una clara intención por parte de Fernández de controlar la narrativa y evitar que Yáñez relatara su experiencia con el debido rigor, declaró un analista legal al respecto.
La denuncia de Yáñez ha generado gran repercusión en Argentina, desatando un debate público sobre las implicaciones del poder político y la violencia de género.
Se espera que la justicia se pronuncie pronto sobre el caso, mientras que los ciudadanos esperan con expectativa la evolución de este proceso judicial.