El aumento significativo de casos de fiebre de Oropouche ( OROV ) en Brasil ha encendido las alertas sanitarias en toda América Latina.

Esta enfermedad viral, que no cuenta con vacuna ni tratamiento específico hasta el momento, se caracteriza por síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, manchas rojas en la piel, dolor articular y sangrado nasal o de encías, entre otros.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió recientemente una alerta epidemiológica debido al repentino incremento de casos en varios países vecinos a Brasil.

Hasta el momento, se han reportado más de 8000 casos de fiebre Oropouche en América Latina, con primeras muertes registradas en Brasil durante julio del presente año.

Esta enfermedad representa un desafío importante para los sistemas de salud pública de Bolivia, Perú, Cuba y Colombia, además de Brasil.

El virus Oropouche fue descubierto por primera vez en 1955 cerca de un río en Trinidad.Se transmite a través de la picadura de mosquitos, cuyo ciclo de vida se desarrolla en áreas húmedas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la necesidad de tomar medidas preventivas para controlar las poblaciones de mosquitos, especialmente durante las temporadas de lluvias.

Los síntomas de la fiebre Oropouche suelen durar entre cinco y siete días, pero pueden persistir o reaparecer días después en algunos casos, explica un experto del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

En casos graves, puede incluso provocar meningitis aséptica.

La OPS señala que aún no se ha desarrollado una prueba rápida para el diagnóstico de la enfermedad, por lo que las pruebas de laboratorio o PCR son necesarias para confirmar el caso.

Es fundamental fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica y mejorar la capacidad de diagnóstico para controlar la propagación del virus, enfatiza un portavoz de la OPS.

Las autoridades sanitarias brasileñas recomiendan a la población mantener el reposo, utilizar repelentes contra mosquitos y dormir bajo mosquiteros para prevenir las picaduras.

El uso de medidas preventivas individuales es crucial para mitigar el impacto de esta enfermedad en la salud pública, añade un experto en enfermedades infecciosas.

La falta de una vacuna eficaz y tratamiento específico para la fiebre Oropouche representa un desafío importante para la comunidad médica internacional, que continúa investigando nuevas estrategias para controlar esta enfermedad emergente.