En una escena que refleja la realidad económica precaria que enfrenta parte de la población adulta mayor, Panfilo, un hombre de 83 años residente en Salta, se ha convertido en una figura emblemática en la esquina de las calles Santiago y Mitre.

Los lunes, miércoles y viernes, este abuelito ofrece a los transeúntes cintas y gomillas con el objetivo de reunir fondos para comprar un medicamento que le cuesta 40.000 pesos, un monto superior a su pensión.

Panfilo se ha ganado el cariño de la comunidad por su amabilidad y disposición al diálogo.Es un hombre muy amable.

Cuando me despedí, me agradeció por acercarme y me pidió que vuelva cuando pueda a conversar, relata un conocido quien decidió compartir la historia de este abuelito.

El caso de Panfilo ha generado una ola de solidaridad entre los vecinos, quienes han comenzado a comprarle sus productos como forma de apoyo.

La semana que viene, yo le voy a comprar su remedio, pero él seguirá necesitando apoyo, comenta el conocido, invitando a otros a unirse a esta causa solidaria.

Esta situación refleja la difícil realidad que enfrentan muchos adultos mayores en Argentina, quienes ven reducidos sus recursos económicos al punto de tener que recurrir a este tipo de iniciativas para cubrir necesidades básicas como la salud.

Es una situación lamentable que nos recuerda la importancia de generar políticas públicas que brinden seguridad social y asistencia médica adecuada para los sectores más vulnerables, afirma un experto en temas sociales.

El gesto de Panfilo no solo es un llamado a la solidaridad, sino también una muestra del espíritu comunitario que aún existe en Salta.

Los pequeños gestos, como comprarle sus productos, pueden hacer una gran diferencia en la vida de este abuelito, quien desea poder descansar un poco más temprano y continuar disfrutando de las conversaciones con quienes se acercan a apoyarlo.