Con el corazón latiendo al ritmo del fervor religioso, miles de peregrinos provenientes de diferentes puntos del país se preparan para emprender una travesía llena de sacrificio, esperanza y devoción.

Su destino final: el Santuario del Señor y la Virgen del Milagro, ubicado en Salta.

La peregrinación, un hito cultural y religioso que se repite año tras año, comienza a tomar forma en las alturas de la Puna.

A partir del 3 de septiembre, pequeños grupos de devotos provenientes de Antofagasta de la Sierra, Catamarca, iniciarán su ardua caminata.

Es una experiencia única, llena de reflexión y conexión con nuestra fe, relata un peregrino que ha realizado el recorrido en varias ocasiones.

Cada kilómetro recorrido es una prueba de nuestra entrega a Dios.
A medida que avanzan, los grupos se unen, formando una marea humana que recorre las rutas puneñas, acompañados por la energía colectiva y la promesa del encuentro con el Señor y la Virgen del Milagro.

En puntos estratégicos como Tincalayu, Mina Patito y Santa Rosa de los Pastos Grandes, se realizan misas solemnes presididas por monseñor Dante Bernackie, quien ofrece bendiciones y palabras de aliento a los peregrinos.

Esta peregrinación no es solo un viaje físico, afirma el obispo.Es una búsqueda espiritual que nos acerca a Dios y a nuestros hermanos.

El punto culminante del recorrido se produce en San Antonio de los Cobres, donde se espera la llegada de miles de devotos provenientes de diferentes puntos de la provincia.

Desde allí, partirá la última etapa hacia Salta, donde el 14 de septiembre a las 15:30 horas se espera su llegada a la Catedral.

La plaza 9 de Julio estará repleta de personas que recibirán con alegría y emoción a los peregrinos, quienes tras días de caminata, finalmente alcanzarán su meta: el encuentro con el Señor y la Virgen del Milagro.