El derrocamiento del régimen sirio ha dado un giro inesperado con la huida precipitada de Bachar al Asad de Damasco.
Fuentes cercanas al Kremlin revelaron que la inteligencia rusa jugó un papel crucial en el escape del dictador, persuadidiéndole a abandonar Siria ante la inminente derrota frente a los rebeldes que avanzaban sobre la capital.
Bloomberg News, citando tres fuentes anónimas, informó que Rusia organizó un plan de evacuación para Al Asad y su familia desde una base aérea rusa en la costa siria.
El dictador habría sido instruido a mantener el silencio absoluto, desactivar su transpondedor y abordar un avión privado en Damasco.
Posteriormente, este se dirigió a la base aérea rusa Khmeimim, donde supuestamente abordó otro avión, posiblemente militar, con destino a Moscú.
El sitio web de seguimiento de vuelos Flightradar24 registró un avión que coincide con las características descritas partiendo de Damasco durante las primeras horas del domingo.
El vuelo realizó una maniobra inusual al dar un giro en U y desaparecer de los radares poco después.
Sergei Ryabkov, viceministro de Asuntos Exteriores ruso, confirmó el traslado de Al Asad fuera de Siria, asegurando que se llevó a cabo de la manera más segura posible.
Él está protegido, declaró Ryabkov en una entrevista con NBC News.Esto demuestra que Rusia actúa como se requiere en una situación tan extraordinaria.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de entregar a Al Asad a la Corte Penal Internacional, Ryabkov dejó entrever que Rusia no lo haría, argumentando que el país no forma parte de la convención que estableció dicho tribunal.
La huida repentina del dictador ha generado un profundo impacto emocional en Siria y el mundo.Las implicaciones políticas de este evento son aún inciertas, pero supondrá un cambio radical en el panorama geopolítico de la región.