Un tenso cruce verbal entre las diputadas Griselda Galleguillos (La Libertad Avanza) y María del Socorro Villamayor (representante de Capital) marcó una sesión de la Cámara de Diputados, desatando un clima de confrontación y tensión en el recinto.
El incidente se originó durante el debate sobre el proyecto de Ley Ficha Limpia, cuya no aprobación en el Congreso de la Nación se atribuyó a la falta de quórum.
La diputada Villamayor cuestionó la posibilidad de un acuerdo entre oficialismo y oposición para bloquear la ley a cambio del mantenimiento de Martín Menen como presidente.
En respuesta, Galleguillos lanzó una acusación personal contra el padre de Villamayor, Juan Carlos Villamayor, recordando su destitución como intendente de Salta en 1996 por presunto malversación de fondos.
Es tan ignorante la preopinante que no sabe que antes de su llegada a esta Cámara ya ha habido algunos que han querido chicanear y le he leído una a una de las decisiones de esa sentencia que absuelve de todo a mi padre, respondió Villamayor, quien aseguró que su progenitor cuenta con un certificado de buena conducta y fue absuelto de todos los cargos.
La diputada Villamayor se puso de pie para responder a Galleguillos, quien ya había abandonado el recinto.
En tono amenazante, Villamayor declaró: Se va a tener que lavar la boca y si no va a tener que recoger, y así se lo digo, los dientes del piso.
El incidente ha generado una ola de repudio en la comunidad política y social.Numerosos legisladores han condenado las palabras de Villamayor, calificándolas como inaceptables e irrespetuosas.
Este tipo de incidentes generan un clima de desconfianza y polarización en el espacio público, dificultando el diálogo constructivo y la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrenta la sociedad.
Es necesario que los representantes del pueblo actúen con responsabilidad y respeto, buscando siempre el bien común.