La mediación ha emergido como un instrumento vital para descongestionar el sistema judicial en Salta y fomentar la paz social.

Con un promedio de 12 mil mediaciones anuales, este método alternativo se ha convertido en un pilar fundamental para resolver conflictos, especialmente aquellos relacionados con la familia.

El 76% de las solicitudes de mediación proceden de mujeres, principalmente por temas como la cuota alimentaria, según datos del subsecretario de Métodos Participativos de Resolución de Conflictos, Gustavo Skaf.

Tenemos un sistema que es una política pública, que permite el acceso y garantía de todas las personas, más allá de los recursos que tengan, a la mediación previa y obligatoria, explicó Skaf.

En Salta, la mediación es un proceso obligatorio y prejudicial, lo que significa que las personas deben pasar por esta instancia antes de recurrir al Poder Judicial.

No se puede directamente iniciar un juicio si no se pasa por mediación, resaltó Skaf, quien añadió que el alto grado de comparecencia (más del 70%) refleja la importancia que se le otorga a este método alternativo.

La bondad y el carácter amigable de la mediación han sido claves para su éxito en Salta.El mediador no decide por las partes, sino que trata de equilibrar la conversación, señaló Skaf.

Es un lugar donde las personas se sienten cómodas para tratar temas muy difíciles.

Este enfoque facilita la creación de acuerdos con sustento, pues son propuestas por las mismas partes en conflicto.

Los acuerdos a los que se llega en esas instancias tienen mucho sustento porque son fórmulas propuestas por las mismas partes, afirmó Skaf.

Esa es la diferencia con otro tipo de abordaje.
Desde la Secretaría de Justicia, liderada por el doctor Luis María García Salado, se trabaja arduamente para garantizar la eficiencia del sistema de mediación.

La mediación en Salta es una política pública que realmente nos está dando resultados importantes y beneficiosos en pos de la paz social, subrayó Skaf.