Por primera vez desde el inicio del conflicto, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Finul) ha realizado una intervención militar directa.
Un barco alemán de esta misión derribó un dron no tripulado frente a las costas libanesas, marcando un aumento significativo en la tensión en la región.
El incidente ocurrió alrededor de las 6:00 hora local cuando la tripulación de la corbeta Ludwigshafen am Rhein, perteneciente a la Bundeswehr (fuerzas armadas alemanas), detectó un objeto volador no identificado cerca del buque.
Tras una evaluación, la tripulación derribó el dron mediante sus sistemas de defensa, el cual cayó al agua sin causar daños personales o materiales.
El objeto fue derribado de forma controlada y los restos han sido recuperados para su posterior análisis, afirmó un portavoz del comando operacional de la Bundeswehr.
Se desconoce aún la procedencia del dron.
Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión en el sur del Líbano, con numerosos ataques atribuidos a Israel.
En las últimas semanas, al menos cinco cascos azules han resultado heridos por estos ataques, lo que ha generado críticas y llamados al repliegue de las tropas internacionales.
Hezbolá está utilizando a las fuerzas internacionales como escudos humanos, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien ha pedido la retirada de las tropas de la Finul.
Los países europeos con efectivos en la misión mantienen su compromiso con la misma, a pesar del aumento del riesgo para sus soldados.
La situación actual presenta un desafío significativo para la Finul, que intenta mantener el equilibrio y garantizar la seguridad en una región convulsa.
Existe una situación de mayor riesgo para nuestros efectivos sobre el terreno, reconoció un portavoz de las Fuerzas Armadas alemanas.
El Gobierno alemán y los demás países europeos participantes en la Finul están decididos a continuar desempeñando nuestro papel clave en la búsqueda de la paz y la estabilidad en el sur del Líbano, añadió.
La comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto en Oriente Próximo y espera que se busque una solución pacífica a través del diálogo y la diplomacia.