La justicia federal investiga al intendente de Salvador Mazza, Gustavo Subelza, luego de una denuncia por presunta extorsión por parte del empresario Pablo Jesús Ojeda.
La investigación se inició tras la declaración testimonial de Ojeda ante el fiscal federal Marcos Romero, quien tomó las informaciones como notitia criminis.
El conflicto entre ambos surgió a raíz de un altercado físico ocurrido el 31 de diciembre pasado, donde Ojeda acusó al intendente de querer quitarle su actividad como agente aduanero en el predio ferroviario que conecta Salvador Mazza con la localidad boliviana de Yacuiba.
Según Ojeda, Subelza pretendía apropiarse de sus operaciones comerciales para beneficio propio.
El intendente quería quitarme mi actividad aduanera, la cual utilizo para exportar granos, declaró Ojeda a los medios locales.
El empresario reveló que prestó 800 mil dólares al intendente para su campaña política, sumas que ahora desconoce de dónde sacó Subelza para financiar sus actividades actuales.
Ante las declaraciones de Ojeda, el fiscal penal provincial Armando Cazón declinó su competencia en la causa por presunta influencia federal en los hechos.
La investigación se centra ahora en determinar si existe un vínculo entre la pretensión del intendente sobre las operaciones de Ojeda y la presunta financiación ilegal de su campaña política.
Rambert Ríos, abogado de Ojeda, manifestó que su cliente está dispuesto a colaborar con la justicia federal para esclarecer los hechos.
Mi cliente estuvo y sigue dispuesto a darle información tanto a la Justicia ordinaria como federal, sobre lo que el fiscal Romero, el fiscal Lamas o el magistrado que sea necesiten saber, afirmó Ríos.
El abogado agregó que Ojeda presentó documentación que acredita su actividad legal como agente aduanero, incluyendo los permisos necesarios para operar en el ferrocarril Belgrano y su gestión contable transparente.
La investigación federal se suma a la causa por amenazas y lesiones iniciada por la justicia provincial tras el altercado entre Ojeda y Subelza.
La tensión entre ambos personajes ha generado preocupación en la comunidad de Salvador Mazza, que teme una escalada de violencia o represalias.