La industria minera argentina se encuentra en un estado de euforia tras el anuncio de una inversión histórica por parte de Rio Tinto, gigante minero con sede en Inglaterra y Australia.

La empresa destinará 2.500 millones de dólares a la construcción de una planta de litio en el salar Rincón, Salta, convirtiéndola en la más grande del país y un motor crucial para la economía local.

Esta decisión se produce en un contexto donde el precio del litio ha experimentado una caída significativa en los últimos meses, lo que ha llevado a algunas empresas a reevaluar sus proyectos.

Rio Tinto ve esta situación como una oportunidad única para hacerse con una posición dominante en el mercado a largo plazo.

Lo vemos como un proceso contracíclico, explicó Guillermo Caló, director ejecutivo del proyecto Rincón Litio de Rio Tinto.

Porque vemos que va a aumentar la demanda del litio en los próximos años.La empresa confía en que la inversión, realizada con una perspectiva de 40 años, será altamente rentable a medida que la demanda de este mineral esencial para las baterías eléctricas se dispara en el marco de la transición energética global.

La planta ampliará la producción existente de 3.000 toneladas anuales hasta alcanzar un total de 60.000 toneladas de carbonato de litio grado batería, con una vida útil estimada de 40 años.

El inicio de las obras está previsto para mediados del año 2025, generando alrededor de 2.500 empleos directos durante la fase de construcción y 500 puestos laborales fijos en operación.

La inversión también se ha visto impulsada por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que brinda seguridad jurídica y estabilidad fiscal a largo plazo.

Caló destaca que el RIGI da certeza al directorio de que se pueda hacer la inversión y después pueda pagar los dividendos y recuperar el dinero.

La atractiva perspectiva a largo plazo del litio impulsada por la transición energética respalda nuestra inversión en Rincón, afirmó Jakob Stausholm, director ejecutivo de Rio Tinto.

La empresa destaca que Argentina cuenta con recursos excepcionales de litio, una fuerza laboral calificada y políticas económicas favorables para convertirse en uno de los principales productores mundiales de este mineral clave.

Esta decisión no solo consolida a Rio Tinto como un actor crucial en la industria del litio, sino que también posiciona a Argentina como un jugador relevante en el mercado global de baterías eléctricas, un sector en pleno auge gracias a la creciente demanda de vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos.