Taiwán ha recibido un lote inicial de 38 tanques M1A2T, provenientes de Estados Unidos, marcando la primera vez en tres décadas que este tipo de blindaje se envía a la isla.
Los vehículos, variantes del icónico tanque M1 Abrams, llegaron al puerto de Taipéi el domingo pasado y fueron trasladados posteriormente a un centro de entrenamiento militar en el condado de Hsinchu.
Esta entrega representa un hito en las relaciones militares entre Taiwán y Estados Unidos, así como una respuesta a la creciente presión ejercida por China.
En 2019, bajo la administración del expresidente Donald Trump, el Departamento de Estado estadounidense aprobó la venta de 108 tanques M1A2T a Taiwán por un valor estimado de 2 mil millones de dólares, la tercera mayor venta de armamento a la isla durante ese mandato.
El calendario de entregas establece que Estados Unidos enviará otros 42 tanques en 2025 y 28 más en 2026.
Estos vehículos se integrarán al Comando del Sexto Ejército taiwanés, responsable de defender el norte de la isla.
Equipados con cañones de ánima lisa de 120 milímetros capaces de penetrar blindajes de hasta 850 milímetros de espesor y resistir proyectiles de la mayoría de los tanques modernos, estos blindados representan un significativo salto en la capacidad defensiva taiwanesa.
La entrega de estos tanques llega en un momento crucial, marcado por retrasos en el envío de armamento a Taiwán debido a trabas burocráticas y la alta demanda de la industria estadounidense ante la invasión rusa de Ucrania.
Según estimaciones del Instituto Cato, la cantidad total de armamento pendiente de entrega asciende a 21.950 millones de dólares, incluyendo cazas F16V y misiles Harpoon.
Estas demoras se producen en paralelo al aumento de las actividades militares chinas en el Estrecho de Taiwán, lo que ha llevado al gobierno taiwanés a proponer un presupuesto de Defensa récord de 647 mil millones de dólares taiwaneses (aproximadamente 19.900 millones de dólares) para 2025.
La llegada de estos tanques es un mensaje claro de apoyo estadounidense a Taiwán en un momento de creciente tensión, afirma un experto en política internacional.
Es una señal de que Estados Unidos está comprometido con la defensa de Taiwán y su derecho a autodeterminación.