Tras una semana intensa de operativos en una zona selvática cercana a El Galpón, las autoridades han concluido la primera etapa del rastrillaje en busca de María Cash, desaparecida hace más de 13 años.

A pesar del despliegue de más de cien efectivos, incluyendo gendarmes, policías provinciales y federales, bomberos, voluntarios y el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Sifebu, no se encontraron evidencias que permitan avanzar significativamente en la causa.

El operativo, que utilizó drones, maquinaria pesada y perros entrenados, exploró zonas de difícil acceso a 16 kilómetros del cruce de las rutas 34 y 16, en cercanías de la finca El Esteco.

El hallazgo de restos óseos en la primera jornada generó una gran expectativa, pero el equipo forense descartó que fueran de origen humano, devolviendo la atención a otras líneas de investigación.

La causa, liderada por el fiscal federal Eduardo Villalba, se encuentra en una etapa crítica con la imputación del camionero Héctor Romero, acusado de homicidio agravado por alevosía.

Según sus declaraciones, Romero habría sido la última persona en ver a María Cash con vida, dejándola en la zona de la Difunta Correa, también sobre la ruta 34.

Este punto será abordado en las próximas fases de búsqueda.
La desaparición de María Cash, un joven diseñadora que viajaba desde Buenos Aires hacia Jujuy en julio de 2011, sigue siendo uno de los casos más emblemáticos de desaparición del país.

Un mensaje enviado a su familia el día de la desaparición, en el cual manifestaba sentirse mal, junto con sus desplazamientos por Tucumán, Santiago del Estero y Rosario de la Frontera, marcaron los primeros días de la búsqueda.

A pesar de la falta de resultados concretos en esta primera etapa, las autoridades y los familiares mantienen la esperanza de esclarecer lo ocurrido.

Las próximas fases de búsqueda se llevarán a cabo en nuevos puntos estratégicos, reafirmando el compromiso de dar respuestas a una de las causas más complejas del país.

El caso sigue generando conmoción en la sociedad, que espera con ansias un final al largo proceso de incertidumbre y dolor.