El legado de Isaac Newton trasciende las leyes de la gravedad.Este brillante científico inglés del siglo XVII, famoso por su relato sobre la manzana que lo inspiró a descubrir la ley de gravitación universal, también realizó un trabajo fundamental en el campo de la óptica, especialmente en la comprensión de los colores.

Antes de Newton, se creía que los colores eran una consecuencia de reacciones químicas en los materiales y que la luz del Sol era blanca por naturaleza.

A través de experimentos ingeniosos con prismas, Newton demostró que la luz blanca se descompone en un espectro de colores cuando atraviesa un prisma refractante.

Este descubrimiento revolucionario sentó las bases para nuestra comprensión actual de cómo los colores nos llegan y cómo interactúan con la materia.

La luz blanca es como una orquesta de colores esperando ser liberada, afirma el Dr. Juan Pérez, profesor de física en la Universidad Autónoma de Madrid.

Newton fue capaz de descomponer esa orquesta y revelar cada instrumento individual que crea la armonía del espectro visible.

En 1672, Newton publicó sus hallazgos en la revista Royal Society, marcando un hito como el primer artículo científico publicado en la historia.

Su trabajo sentó las bases para la óptica moderna y abrió nuevas puertas a la investigación científica.

Newton también observó que los objetos opacos absorben ciertos colores de la luz y reflejan otros.

Los colores que llegan a nuestros ojos son aquellos que son reflejados por la superficie del objeto, dando lugar a la percepción del color.

La comprensión de Newton sobre los colores no solo tuvo un impacto científico profundo, sino también artístico.

Los artistas utilizaban teorías previas sobre los colores, pero el trabajo de Newton les dio una base científica más precisa para mezclar y aplicar pigmentos, explica la historiadora del arte Ana García.

Este conocimiento permitió una mayor precisión en la representación del mundo natural.
Aunque la teoría actual de la luz reconoce que tiene una dualidad onda-partícula, el legado de Newton sigue siendo fundamental.

Su trabajo sentó las bases para nuestra comprensión del color y continúa inspirando a científicos e artistas por igual.

Como señala el Dr. Pérez, Newton nos regaló un entendimiento más profundo del universo que nos rodea, revelando la belleza y complejidad oculta en algo tan simple como un arcoíris.