El exministro de Defensa surcoreano, Kim Yonghyun, ha intentado quitarse la vida mientras se encontraba detenido en Seúl acusado de insurrección por su participación en la declaración de ley marcial el pasado mes.

Tras el fallido intento, Kim, considerado crucial en el plan para implementar el estado de excepción en Corea del Sur, ha sido trasladado a una celda especial y no corre peligro vital según fuentes del centro de detención.

Hubo un incidente en el que Kim desistió en el momento en que nos apresuramos a entrar en su celda, declaró el comisionado general del Servicio Correccional de Corea, Shin Yonghae, a la agencia Yonhap.

Kim fue detenido de urgencia el fin de semana y formalmente arrestado este miércoles por cargos de insurrección tras asistir al presidente durante la declaración de ley marcial.

Acusado también de abuso de poder, Kim cambió su número telefónico y eliminó conversaciones en Telegram después del estado de excepción.

Los fiscales alegan que obstruyó el ejercicio de derechos básicos durante las seis horas que estuvo vigente la ley marcial entre el martes y miércoles de la semana pasada.

El exministro ha sido interrogado tres veces sobre la declaración de ley marcial, afirmando en su declaración que sus acciones no fueron ilegales ni inconstitucionales.

Con el arresto formal de Kim, se espera que la investigación contra el presidente, también investigado por insurrección y con prohibición de salir del país, pueda avanzar a un ritmo acelerado.

Las declaraciones de militares involucrados en la implementación de la ley marcial están arrojando luz sobre los roles que desempeñaron el presidente y el exministro de Defensa durante el estado de excepción.

Kwak Jongeun, ex comandante de las boinas negras, unidad de operaciones especiales enviada a la Asamblea Nacional, declaró ante el comité parlamentario de Defensa que el presidente le ordenó forzar las puertas y sacar a rastras a los parlamentarios para evitar la revocación de la ley marcial.

Kwak añadió que Kim también le dijo por teléfono que no podían haber entre 100 y 150 diputados en el Parlamento para asegurar que no hubiera quorum y la ley marcial permaneciera vigente.

El excomandante explicó que los mandos sobre el terreno consideraron estas órdenes ilegales y potencialmente violentas, por lo que no las acataron.

También reveló que Kim ya le había dado instrucciones para estar preparado para una situación de emergencia nacional el 1 de diciembre, dos días antes del decreto de la ley marcial.

El incidente ha generado un profundo impacto emocional en la sociedad surcoreana, con ciudadanos expresando preocupación por la estabilidad política del país y pidiendo transparencia en las investigaciones.