La reciente declaración del estado de emergencia en California debido a la propagación de la gripe aviar altamente patogénica H5N1, junto con el caso grave confirmado en Luisiana, han generado alarma en Estados Unidos.
Desde marzo, cuando se detectó por primera vez un brote en granjas lecheras, la enfermedad ha afectado a 866 rebaños en 16 estados, contagiando a 61 personas tras el contacto con aves o ganado.
A pesar de que los casos en humanos han sido asociados al contacto directo o indirecto con animales infectados y la mayoría han sido leves, el virus preocupa por su alta capacidad de mutación y su habilidad para infectar distintas especies, afirma Natàlia Majó, directora y jefa de la línea de investigación en virus aviares del IRTACReSA.
Los últimos estudios revelan que el virus ya se transmite entre mamíferos, no solo a través del contacto con aves enfermas.
Las madres pueden contagiar a sus crías a través de la leche, y existe la posibilidad de transmisión a otros mamíferos que beban esa leche.
La preocupación aumenta con los descubrimientos de una mutación que facilita la infección del virus en células humanas, un paso crucial para una posible adaptación al ser humano.
Esta mutación da al virus un punto de apoyo en las células humanas que antes no tenía, explica James Paulson, coautor de un estudio sobre esta mutación.
Aunque se necesitan más cambios genéticos para una transmisión eficiente entre humanos, este hallazgo sirve como una alerta temprana.
California declaró el estado de emergencia debido a la propagación del virus en sus granjas lecheras y los 34 casos confirmados en humanos dentro del estado, uno de ellos un menor.
La mayoría de los infectados contrajeron el virus a través de productos lácteos contaminados.
En Luisiana se confirmó el primer caso grave de una mujer mayor con patologías previas que está en estado crítico tras haber estado expuesta a aves enfermas.
Las autoridades sanitarias recomiendan evitar el contacto con aves silvestres, aves de corral y animales enfermos o muertos.
En caso de contacto inevitable, utilizar equipo de protección personal adecuado. Evitar tocar superficies contaminadas y no consumir leche ni productos lácteos crudos.