El Gobierno del presidente Javier Milei derogó la Resolución General Nº 5607 de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que gravaba la actividad de los influencers, bloggers y creadores de contenido digital.

La medida, que había generado controversia y el despido de Florencia Misrahi, titular del ARCA, busca reflejar correctamente las nuevas modalidades de negocio en el actual contexto económico y financiero.

La Resolución General 5607 obligaba a estas figuras a inscribirse en los impuestos a nivel nacional y provincial, comenzar a pagarlos y realizar aportes jubilatorios.

La norma también alcanzaba a la criptominería y las transacciones digitales, luego de una actualización del Clasificador de Actividades Económicas (CLA).

La decisión de Milei se toma en un contexto de tensión con el sector digital, y se considera por algunos analistas como una respuesta al descontento generado por la normativa.

El impuesto a los influencers fue la gota que rebalsó el vaso, afirmaron fuentes cercanas a Casa Rosada.

Terminan echando a Misrahi por diferentes cuestiones, pero eso fue lo que terminó de hartar a Milei.

La derogación de la norma y la destitución de Misrahi han sido recibidas con reacciones diversas en el sector digital.

Algunos celebran la medida como un reconocimiento al impacto del trabajo de los influencers, mientras que otros expresan su preocupación por la falta de claridad sobre el futuro fiscal de este sector.

Es importante que se establezcan reglas claras y justas para todos, declaró un influencer a medios de comunicación.

El debate sobre la tributación digital es complejo, pero necesitamos una solución que sea sostenible tanto para los creadores de contenido como para el Estado.

La situación sigue en desarrollo, y las implicaciones a largo plazo de la derogación de la norma y el cambio en la conducción del ARCA aún no están claras.