El norte argentino vuelve a estar conmocionado por un nuevo caso de femicidio.Esta vez, la víctima fue Edith Román, una joven indígena wichí de 17 años perteneciente a la comunidad Betania en Santa Victoria Este.
Su cuerpo fue encontrado brutalmente golpeado en una zanja, evidenciando una violencia extrema que ha desatado el clamor por justicia en las comunidades locales y más allá.
La confirmación del trágico hallazgo llegó desde el propio padre de Edith, Reynaldo Román, quien habló con la periodista Teresita Frías sobre la angustiante situación.
Según su relato, Edith fue vista por última vez el 12 de diciembre junto a su prima, cuando salían para visitar a familiares.
La joven no regresó, y su prima, que había salido con su pareja alrededor de las 4:00 am, se encontró con cuatro hombres, presuntos agresores, quienes se encontraban junto a Edith.
Estos individuos fueron identificados como Javier Gómez, de la comunidad 24 de Julio; Segundo Erazto, Sergio Pisco y Joaquín Pisco, todos de la comunidad La Estrella.
Uno de ellos, menor de edad, fue trasladado al centro de menores de Tartagal.El cuerpo de Edith fue encontrado el día siguiente por su cuñado y otro hombre.
Su estado era deplorable: desnuda, con golpes visibles, moretones, dientes rotos y manos fracturadas.
El certificado de defunción establece la causa preliminar de muerte como asfixia por sumersión, junto a politraumas graves.
La violencia que sufrió Edith ha conmocionado a la comunidad wichí y ha reavivado la discusión sobre la violencia machista en las comunidades indígenas del norte argentino.
Teresita Frías, periodista especializada en temas sociales, señaló que este crimen es un reflejo de la situación de vulnerabilidad extrema a la que están sometidas las mujeres indígenas, quienes sufren violencia de género en todas sus formas.
Este femicidio no es un caso aislado, sino parte de una violencia estructural que afecta a las mujeres indígenas por su condición de género y por pertenecer a un pueblo cuyas tierras y culturas son constantemente amenazadas, destacó Frías.
La periodista agregó que este acto violento forma parte de un proceso histórico de etnocidio que busca borrar la identidad, la cultura y la vida misma de los pueblos originarios.
El caso de Edith Román es un llamado urgente a la acción para erradicar la violencia machista en las comunidades indígenas.
Es necesario fortalecer las políticas públicas de protección integral de las mujeres indígenas, garantizar su acceso a la justicia y promover una sociedad más justa e igualitaria.