La naciente red social Bluesky se ha convertido en un foco de atención como posible alternativa a Twitter, ahora conocida como X bajo la dirección de Elon Musk.
Con más de 20 millones de usuarios, Bluesky presenta una propuesta que apela a la descentralización y la libertad de expresión.
Su funcionamiento, similar al de Twitter, se basa en microblogging, pero con un enfoque radicalmente distinto: el código abierto y la arquitectura descentralizada.
Nacida en 2019 como un proyecto experimental dentro de Twitter, Bluesky buscaba explorar las posibilidades de una plataforma sin control centralizado.
El entonces CEO Jack Dorsey, crítico del poder de los inversores en la toma de decisiones sobre Twitter, impulsó esta iniciativa buscando una tecnología más democrática y transparente.
Tras el éxito del ensayo piloto, Bluesky se independizó en 2021, recibiendo apoyo financiero de Twitter hasta 2022, cuando Elon Musk adquirió la empresa matriz.
Esta adquisición marcó un punto crucial para Bluesky, que cortó todo vínculo con Twitter y se embarcó en el desarrollo de su propio producto.
Finalmente, en febrero de 2023, Bluesky lanzó su versión pública, atrayendo a millones de usuarios en busca de una alternativa a la plataforma controlada por Musk.
Es muy fácil sentirse mejor que en Twitter, afirma Ugo sin Hache, creador de contenido sobre discapacidad, destacando el ambiente más positivo y libre de las tensiones presentes en la red social dominante.
La descentralización es un elemento clave que distingue a Bluesky.Cualquier persona con los conocimientos técnicos necesarios puede alojar su propia instancia de Bluesky, estableciendo sus propias reglas y políticas.
Esta característica se asemeja al funcionamiento de Mastodon, donde cada servidor o instancia es independiente y gestionado por una comunidad específica.
Bluesky nunca será como Twitter X porque quien maneja Twitter puede decidir lo que se hace con la red social, explica un experto en tecnología descentralizada.
En Bluesky, puedes crear tu propia instancia y así evitar las decisiones unilaterales de una empresa.
Este enfoque radicalmente diferente abre nuevas posibilidades para el futuro de las redes sociales.
La posibilidad de comunidades autónomas, con reglas y valores propios, representa una visión alternativa a la hegemonía de los grandes conglomerados tecnológicos.
Aún quedan retos por superar: la escalabilidad, la interoperabilidad entre instancias y la concienciación de los usuarios sobre el funcionamiento descentralizado son algunos de los desafíos que Bluesky debe afrontar para consolidarse como una alternativa viable a las redes sociales tradicionales.