El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), tras 25 años de negociaciones, se ha presentado como un hito en las relaciones bilaterales.

El pacto, que busca eliminar aranceles sobre el 91% de las exportaciones de la UE al Mercosur y el 92% de las exportaciones del bloque comunitario al Mercosur, promete impulsar el comercio e inversiones entre ambas partes.

Este acuerdo ha generado una profunda división en la UE. Francia, bajo la presidencia de Emmanuel Macron, se ha mostrado firmemente opuesta, vetando el pacto en 2019 y buscando aliados para bloquearlo nuevamente.

Estamos preocupados por los impactos sociales y ambientales del acuerdo, declaró un portavoz del gobierno francés, añadiendo que la protección de nuestros agricultores y nuestro medio ambiente son prioritarias.

A pesar de la oposición francesa, otros países como España e Italia apoyan el acuerdo, viendo en él una oportunidad para fortalecer las relaciones con América Latina y contrarrestar la creciente influencia china en la región.

Este pacto es fundamental para la seguridad económica y estratégica de Europa, afirmó un alto funcionario alemán.

Para Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, este acuerdo marca el inicio de una nueva historia entre la UE y América Latina, con un potencial para generar empleos, oportunidades y prosperidad compartida.

Este es un paso histórico para crear una zona de libre comercio más grande y competitiva, aseguró Von der Leyen en su visita a Uruguay.

La aprobación del acuerdo no está garantizada.Se enfrenta a fuertes críticas por parte de grupos ambientalistas que temen que la reducción de aranceles favorezca la deforestación en la Amazonia, así como por sindicatos que se preocupan por el impacto en las industrias vulnerables, especialmente en el sector agrícola.

El éxito del acuerdo dependerá de su implementación justa y responsable, garantizando tanto los beneficios económicos como la protección ambiental y social.

Es crucial que el acuerdo UEMercosur tenga un enfoque sostenible e inclusivo, declaró una representante de Greenpeace.

El futuro del acuerdo UEMercosur aún está incierto.La decisión final recaerá en los Estados miembros de la UE, quienes deberán sopesar cuidadosamente los beneficios y riesgos antes de tomar una postura definitiva.

El resultado tendrá un impacto significativo en las relaciones comerciales entre Europa y América Latina, así como en la posición geoestratégica de la Unión Europea a nivel mundial.