Profesionales de la salud residentes en Salta convocaron a una manifestación frente al Hospital San Bernardo para expresar su descontento ante el proyecto de Ley de Residencias Médicas impulsado por la diputada Laura Cartuccia.
La normativa, que busca actualizar el sistema de formación médica provincial, ha generado críticas por sus implicaciones laborales y económicas para los residentes.
Nazarena Braslavsky, licenciada en Trabajo Social y residente en el sistema de salud pública, explicó la precaria situación laboral que enfrentan los residentes.
Somos profesionales con una carga horaria de 44 horas semanales, dedicación exclusiva y sin posibilidad de trabajar en otros lugares porque tenemos bloqueado el título, expresó.
Resaltó la obligación de realizar una rotación en zonas rurales con escasa presencia de personal médico, cubriendo servicios esenciales en localidades alejadas del centro provincial.
El proyecto de Cartuccia busca mejorar la articulación entre el sector público, privado y las universidades para asegurar una formación adecuada a las demandas regionales.
La propuesta introduce cambios que han generado rechazo en los residentes.La principal crítica se centra en la transformación de su estatus laboral.
Pasaríamos de ser empleados del Ministerio de Salud bajo la Ley de Administración Pública a una relación formativa, lo que implica perder beneficios como licencias, aguinaldo y sueldo equiparado al personal de planta, denunció Braslavsky.
El proyecto también establece sanciones económicas para quienes renuncien durante el proceso, generando incertidumbre laboral.
Esta transformación en la relación contractual reduce la estabilidad laboral, al tiempo que genera condiciones que los residentes consideran poco atractivas, señaló la residente.
Braslavsky enfatizó que la residencia es un requisito indispensable para especializarse en muchas disciplinas médicas y que este proyecto desincentiva el acceso a este sistema de formación, afectando directamente la calidad del servicio que se ofrece a la comunidad.
La manifestación busca visibilizar las preocupaciones de los residentes y generar una presión social para lograr cambios en el proyecto antes de su aprobación definitiva en la Legislatura.
Se espera que la convocatoria sea masiva, con la participación de profesionales de diferentes especialidades que buscan defender sus derechos laborales y asegurar un sistema de salud robusto y equitativo.