En una jornada que evidenció la creciente preocupación por el futuro de la educación pública, estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) se congregaron en el monumento 20 de Febrero para exigir mayor financiamiento y mejores condiciones laborales.
La marcha, parte de una tercera movilización nacional, busca visibilizar la delicada situación que atraviesan las universidades públicas a nivel país.
Si bien la convocatoria no alcanzó las cifras de anteriores protestas, la participación fue significativa, reflejando el compromiso del sector académico con la defensa de la educación pública.
Es fundamental seguir impulsando este tipo de luchas, enfatizó un representante de ADIUNSa, destacando que la lucha no termina aquí, hay que mantener viva la llama porque esto continuará en 2025.
La preocupación por el estado del presupuesto universitario y la desvalorización salarial del personal docente y no docente fueron los principales motivos que impulsaron a estudiantes y profesores a tomar las calles.
Los salarios se han quedado muy atrasados, unos 60 puntos en lo que va del gobierno de Javier Milei, denunció un portavoz durante la manifestación.
La marcha también representó una crítica al reciente veto al financiamiento universitario por parte de diputados provinciales.
Es un llamado de atención a nuestros legisladores, si están del lado de la universidad pública o no, señaló el delegado, haciendo referencia a la necesidad de que se priorice la inversión en educación.
Las voces de los estudiantes y docentes resonaron con una profunda preocupación por el futuro del sistema educativo público.
Una docente y egresada de la Universidad de Quilmes, actualmente profesora de la UNSa, expresó su angustia al relatar: No tenemos dinero ni para papel higiénico, algo básico para una educación digna.
Para Belen, graduada de la universidad pública y docente de filosofía, la universidad debería ser un espacio seguro para los jóvenes en medio de esta crisis.
Salir a las calles es nuestra única herramienta, afirmó, evidenciando el compromiso del sector académico con la defensa de la educación pública.
El recorrido de la marcha, que repite el trayecto de anteriores movilizaciones, se extendió desde el monumento 20 de Febrero hasta la Plaza 9 de Julio, pasando por Entre Ríos y Mitre.
Esta protesta se suma a las realizadas en abril y octubre, evidenciando un creciente descontento por la situación del sistema educativo público en Argentina.