Un devastador incendio arrasó gran parte del Mercado San Miguel, un importante centro comercial y cultural en la ciudad de Salta, dejando a numerosos comerciantes con pérdidas totales y sumiendo al área en una atmósfera de dolor y incertidumbre.
El gobernador Gustavo Sáenz llegó rápidamente al lugar para ofrecer apoyo a las víctimas del siniestro.
El fuego, que se concentró principalmente en la zona de calle Urquiza, destruyó completamente los puestos y mercancías de numerosos vendedores, quienes vieron sus años de trabajo reducidos a cenizas.
La magnitud de la tragedia ha conmocionado a la comunidad, generando una ola de solidaridad y apoyo para los afectados.
Es necesario que apoyemos a los trabajadores y reconstruyamos este espacio tan importante para la economía local, declaró Sáenz durante su visita al mercado, donde conversó con los comerciantes, escuchando sus necesidades e inquietudes.
El mandatario anunció un plan integral de desarrollo específico para la zona afectada, buscando no solo la reconstrucción física del mercado sino también el fortalecimiento de su papel como núcleo de empleo y comercio en Salta.
Vamos a trabajar en conjunto para brindarles una pronta solución, afirmó Sáenz, comprometiéndose a garantizar una recuperación rápida y adecuada para los puesteros afectados.
El plan, que se elaborará en colaboración con las autoridades provinciales y la comunidad, tendrá como objetivo principal reubicar a los comerciantes, facilitar el acceso a recursos financieros para la reconstrucción y promover programas de capacitación para fortalecer sus negocios.
Expertos del sector coinciden en la importancia de un enfoque integral que no solo atienda las necesidades inmediatas sino que también contribuya al desarrollo sostenible del Mercado San Miguel a largo plazo.
La reconstrucción debe ser una oportunidad para modernizar el mercado, mejorar las condiciones de trabajo y garantizar su futuro como motor económico para la ciudad, señaló María González, especialista en comercio local.
El incendio del Mercado San Miguel ha sido un duro golpe para la comunidad salteña, dejando tras de sí un panorama de destrucción y angustia.
También ha despertado un espíritu de solidaridad y determinación para reconstruir el mercado y superar este difícil momento.