La tensión en la región persiste con un nuevo capítulo trágico.Al menos diez personas, entre ellos civiles, perdieron la vida tras el bombardeo israelí contra un colegio administrado por la UNRWA en Yabalia, norte de Gaza.

Las autoridades locales reportaron además 30 heridos.El centro escolar albergaba a numerosos desplazados que buscaban refugio ante la escalada del conflicto.

Esta brutalidad ha generado una profunda condena internacional.La agencia Wafa informa que este lunes se contabilizan 57 fallecimientos en distintos ataques israelíes, principalmente en el norte de la Franja de Gaza, escenario de una ofensiva militar iniciada hace dos semanas por el Ejército israelí.

Este ataque contra un colegio es un acto abominable e intolerable.La población civil, especialmente los niños, debe estar protegida, declaró un portavoz de Naciones Unidas.

La comunidad internacional exige a Israel que ponga fin inmediatamente a estas agresiones y garantice la seguridad de los civiles, agregó.

Expertos en derecho internacional señalan que el bombardeo de infraestructuras esenciales como colegios e hospitales constituye una violación del derecho humanitario internacional.

Las consecuencias de esta guerra son devastadoras para la población civil, afirma un analista especializado en conflictos armados.

La falta de acceso a servicios básicos, la escasez de alimentos y agua potable, junto con el miedo constante, están creando una situación humanitaria crítica.

El conflicto se agrava con la escalada de violencia que enfrenta al Ejército israelí contra Hezbolá y Hamás, grupos armados palestinos.

Las tensiones en la región continúan sin solución a la vista, generando un escenario preocupante para la población civil y el futuro del proceso de paz.