La posible participación de tropas norcoreanas al lado de Rusia en el conflicto bélico ucraniano ha generado una profunda preocupación en Kiev, que advierte sobre un incremento significativo en la intensidad del enfrentamiento.
El ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Andrí Sibiga, ha calificado esta situación como una enorme amenaza y ha exigido una respuesta contundente por parte de los aliados de Ucrania.
Según declaraciones de Sibiga, se trata de unidades militares completas que se unirán a las fuerzas rusas en el frente ucraniano, no mercenarios aislados.
Esta información se refuerza con los datos aportados por la Inteligencia surcoreana, quienes reportan la presencia de aproximadamente 1.500 efectivos de las fuerzas especiales norcoreanas desplegados en Vladivostok, ciudad rusa situada en el extremo oriental del país.
La llegada de estos soldados se realizó mediante cuatro embarcaciones de desembarco y tres fragatas pertenecientes a la Flota Rusa del Pacífico, enviadas expresamente a Corea del Norte para transportar a los efectivos.
Este tipo de movimiento militar no se registraba desde 1990, marcando un precedente sin precedentes en las relaciones entre ambas naciones.
Las tropas norcoreanas recibieron uniformes militares y armas rusas, además de tarjetas de identificación falsas para poder participar en las operaciones militares en Ucrania.
Esta maniobra, que evidencia una cooperación militar cada vez más estrecha entre Rusia y Corea del Norte, ha generado una ola de preocupación internacional, ya que podría significar un cambio significativo en el curso de la guerra.
Esta decisión por parte de Corea del Norte no solo aumenta la capacidad militar rusa, sino que también envía un mensaje claro a la comunidad internacional sobre la intención de ambos países de escalar el conflicto, comenta un analista militar especializado en relaciones internacionales.
Es crucial que los aliados de Ucrania respondan con contundencia a esta amenaza y se tomen medidas para evitar una escalada aún mayor.