La batalla por la supremacía en el campo de la inteligencia artificial (IA) se intensifica.Si bien NVIDIA ha estado marcando el ritmo con sus chips especializados, AMD entra al ruedo con su nueva generación de tarjetas gráficas Instinct MI325X, diseñadas específicamente para centros de datos y aprendizaje automático.

Estas nuevas placas, sucesoras de las MI300X, se basan en la arquitectura CDNA 3 y prometen un salto significativo en potencia para la inferencia de IA, alcanzando hasta un 40% más de rendimiento que las B200 de NVIDIA, según AMD.

Acompañadas por una impresionante capacidad de memoria con 256 GB de HBM3E, las MI325X ofrecen anchos de banda de hasta 6 TBs. AMD argumenta que esto representa un avance significativo en comparación con las soluciones actuales de NVIDIA, como las H200, ofreciendo 1,8 veces más capacidad y 1,3 veces mayor ancho de banda.

La estrategia de AMD busca aprovechar el auge del mercado de IA, proyectado a alcanzar los 500.000 millones de dólares para 2028.

Lisa Su, CEO de AMD, ha declarado que la empresa está decidida a capturar una porción significativa de este lucrativo sector.

El camino hacia el éxito no es sencillo.La plataforma CUDA de NVIDIA se ha convertido en un estándar de facto en el ámbito del desarrollo de IA, lo que da a los chips de NVIDIA una ventaja competitiva considerable.

AMD busca contrarrestar esta posición con su propio software ROCm, buscando ofrecer una alternativa viable a los desarrolladores.

El lanzamiento de las MI325X coincide con la inminente llegada de los chips B200 de NVIDIA, basados en la arquitectura Blackwell.

Aunque la disponibilidad de estos últimos no se espera hasta dentro de unas semanas, la producción de las nuevas gráficas de AMD comenzará antes de que finalice el año, planteando una competencia directa y anticipada al gigante del sector.

El panorama actual indica un futuro emocionante y competitivo en el mercado de las tarjetas gráficas para IA.