Nicolás Maduro, durante un acto televisado, acusó a la líder opositora María Corina Machado de haber huido a España para unirse al exiliado Edmundo González.

El mandatario venezolano se burló del supuesto escape de Machado, refiriéndose a ella como la sayona y mencionando su supuesta estancia en un bar español llamado El final.

Váyase adelantando y me espera allá, que yo voy hasta el final, afirmó Maduro con tono irónico.

Según el presidente, Machado habría enviado a una persona cercana para tomar fotografías antes de huir.

Machado ha desmentido estas acusaciones rotundamente en una entrevista con la cadena EVTV. Los venezolanos saben que estoy aquí en Venezuela, la gente lo sabe y Nicolás Maduro también lo sabe.

Lo que pasa es que están desesperados por saber dónde estoy, y yo no les voy a dar ese gusto, declaró la dirigente de Vente Venezuela.

Esta acusación de Maduro, enmarcada dentro del contexto político actual, genera fuertes repercusiones en el país.

Analistas políticos señalan que las acciones de Maduro buscan generar temor y desestabilizar al sector opositor.

Estas declaraciones son parte de una estrategia para silenciar a la oposición, sembrar dudas sobre su liderazgo y erosionar su base de apoyo, afirma un experto político quien prefirió mantener su nombre en anonimato por seguridad.

La situación actual intensifica la polarización política en Venezuela.La falta de libertad de expresión y el clima de represión han generado una profunda crisis humanitaria que ha obligado a millones de venezolanos a buscar refugio en otros países.