En un esfuerzo inédito para controlar el riesgo del dengue en Mendoza, el Instituto Sanitario de Control Ambiental (Iscamen) ha comenzado a liberar 20 mil mosquitos machos estériles de color rojo fluorescente.

Este programa piloto busca neutralizar la reproducción del mosquito Aedes aegypti, vector principal del virus, y se desarrolla en colaboración con el Ministerio de Salud y los municipios provinciales.

Es la primera vez que realizamos ensayos con esta tecnología para combatir el dengue, un problema que afecta gravemente la salud humana, explicó Mónica López, coordinadora de Iscamen a cargo del proyecto.

La liberación de estos mosquitos, sometidos a radiación gamma para impedir la reproducción, se realiza en etapas.

Las primeras 10 mil fueron introducidas en el barrio Alameda de Guaymallén, y en los próximos días se liberarán otras dos tandas similares en diferentes puntos del departamento.

Los Aedes estériles son inocuos para las personas, solo sirven para reducir la población de mosquitos reproductores, enfatizó López.

La entidad ha pedido a la ciudadanía que no mate los insectos rojos fluorescentes, ya que son esenciales para el éxito del programa.

El proceso de selección y esterilización de los mosquitos es meticuloso.Se utilizan equipos especializados para separar las pupas por sexo, identificando a las hembras que podrían reproducirse.

Posteriormente, se tiñen de rojo intenso para facilitar su identificación en el ambiente natural.
Los resultados de este ensayo serán evaluados a partir de noviembre, indicó López.

La eficacia del método dependerá de diversos factores como la biología del insecto y las condiciones climáticas.

El ministro de Salud, Rodolfo Montero, ha reconocido la importancia de la comunicación ciudadana en este proceso.

La colaboración entre los organismos provinciales y la población es fundamental para controlar el dengue y proteger la salud de todos los mendocinos, manifestó durante un acto reciente.

Este programa representa un avance significativo en el control del dengue en Mendoza.Su éxito dependerá no solo de la tecnología utilizada, sino también de la participación activa de la comunidad.