Marine Le Pen, líder del partido francés Rassemblement National (RN), se enfrenta a un juicio por presunta malversación de fondos europeos destinados a la contratación de falsos asistentes parlamentarios.
La investigación se centra en los movimientos del entonces Frente Nacional entre 2004 y 2016, período en el cual se habría cometido fraude de fondos procedentes de la UE para financiar actividades propias del partido cuando en realidad eran solicitados para pagar a los asistentes de los eurodiputados.
La Fiscalía acusa al RN de haber defraudado unos tres millones de euros, señalando directamente a Le Pen, especialmente en relación con la situación contractual de su asistente personal, Catherine Griset.
La investigación destaca que Griset, quien figuraba como mano derecha parlamentaria, residía en París y no en Bruselas, donde se supone que debía trabajar.
Le Pen admitió ante el juez un descuido en la gestión del contrato de Griset, argumentando que actuó con lentitud al enterarse del cambio de residencia de su asistente.
Negó cualquier intención de malversación de fondos, afirmando que no veía diferencias entre un asistente nacional y uno europeo a nivel de partido.
Yo no pongo un dedo en mi email del Parlamento Europeo.Tampoco en mi email profesional.El único email que veo es el personal, declaró Le Pen ante el juez.
Este juicio llega en un momento delicado para el RN, quien ha alcanzado los mejores resultados electorales de su historia.
Ganó las elecciones europeas en junio con una amplia mayoría, convirtiéndose en la fuerza política con mayor representación en el Parlamento Europeo con 31 eurodiputados.
Se han quedado fuera del reparto de altos cargos debido al cordón sanitario impuesto por otros grupos políticos a su grupo, Patriotas por Europa.
Las implicaciones del juicio para Le Pen son significativas.Un veredicto condenatorio podría afectar sus aspiraciones presidenciales en 2027.
De Le Pen, Jean-Marie Le Pen, padre de la líder del RN y fundador del Frente Nacional, fue citado a declarar, aunque no acudirá al tribunal por razones médicas y de edad.
El juicio también involucra a otros miembros destacados del partido, como Jordan Bardella, Bruno Gollnisch y Wallerand de Saint-Just, quienes deberán dar explicaciones sobre su posible participación en el fraude.
La Fiscalía pide penas de hasta diez años de cárcel y la misma duración de inhabilitación para los implicados.
El caso ha generado un gran interés público en Francia y en Europa, debatiéndose la libertad parlamentaria y la transparencia en la gestión de fondos públicos.