Un nuevo frente de tensión amenaza el sistema educativo argentino con la convocatoria a un paro nacional por parte del Frente Sindical de Universidades Nacionales (FSUN).
La medida, programada para el 17 de octubre, se suma a una semana de lucha que comenzará el 21 y busca presionar al gobierno nacional para una nueva negociación paritaria.
La decisión surge tras la ratificación en Diputados del veto presidencial sobre la Ley de Financiamiento Universitario impulsada por el presidente Javier Milei.
El FSUN, que agrupa a todos los gremios docentes y no docentes del país, expresa su profunda disconformidad con las políticas salariales implementadas hasta ahora, calificándolas como unilaterales y sin consenso con los trabajadores universitarios.
Reclamamos una paritaria que reconozca la especificidad de las trabajadoras y trabajadores universitarios y que responda a la grave situación salarial, se lee en el comunicado emitido por el FSUN.
La semana de lucha, además del paro del 17, incluirá reuniones estratégicas con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y los Centros de Estudiantes.
El objetivo es fortalecer la unidad frente al conflicto y elaborar un plan de acción conjunto.
El debate sobre el Presupuesto 2025 se ha convertido en otro punto crítico.
Los gremios universitarios exigen garantías para una adecuada financiación de las instituciones públicas y mejores condiciones laborales para sus miembros.
La incertidumbre económica nacional y la falta de inversión en educación han generado un clima de inquietud entre los estudiantes, docentes y personal administrativo.
La situación actual amenaza el futuro del sistema universitario público, declaró a un medio local un referente sindical.
Sin una adecuada financiación y un compromiso real con las demandas salariales, se corre el riesgo de ver cómo la calidad educativa se deteriora aún más.