Un nuevo estudio publicado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) bajo el título Apostar no es un juego ha revelado una preocupante tendencia entre los jóvenes salteños: el 34% participa en apuestas ilegales.
Este porcentaje, aunque se sitúa ligeramente por debajo del promedio nacional (38%), representa una cifra significativa que exige la atención de las autoridades y la sociedad en general.
La investigación, realizada con una muestra de 4.200 personas provenientes de toda la provincia de Salta y coordinada localmente por la Agencia Provincial de la Juventud a cargo de Tane Da Souza, destaca que el tiempo dedicado a estas prácticas también es un factor relevante.
A nivel nacional, tres de cada cuatro apostadores dedican hasta dos horas diarias a este tipo de actividades.
En Salta, la mayoría de los jugadores apuestan menos de una hora al día, aunque en la capital provincial esta cifra asciende al 17% de los apostadores quienes destinan más de cuatro horas diarias a las apuestas.
El estudio también desvela un dato especialmente alarmante: los jóvenes y adolescentes dedican alrededor del 75% de los fondos recibidos de sus padres para realizar apuestas.
Esta estadística refleja la gravedad del problema, ya que se observa una clara tendencia al gasto compulsivo entre los menores, afirma el Dr. Juan Pérez, especialista en adicciones por juego.
El informe llama a reflexionar sobre la necesidad de implementar medidas preventivas y de apoyo para aquellos jóvenes que estén enfrentando dificultades con las apuestas ilegales.
La falta de regulación del sector aumenta la vulnerabilidad de los individuos, especialmente los más jóvenes, quienes se convierten en blanco fácil para redes criminales que operan en la clandestinidad.
La Agencia Provincial de la Juventud ha anunciado su compromiso con la implementación de programas educativos y de sensibilización sobre los riesgos asociados a las apuestas ilegales.
Es fundamental trabajar en conjunto con las familias, instituciones educativas y organismos especializados para proteger a nuestra juventud, afirma Da Souza.
El objetivo es crear conciencia sobre esta problemática creciente y generar un ambiente más seguro para los jóvenes salteños.