Matrimonio a Tercer Edad: Amor y Adopción Rompen Barreras Éticas

En una decisión inédita que ha conmocionado al ámbito legal, un hombre de 62 años fue adoptado por la pareja de su madre, quienes tienen 77 y 83 años respectivamente.

El caso, tramitado en la jueza de Primera Instancia de Personas y Familia 2da Nominación del Distrito Orán, Ana María Carriquiry, ha abierto un debate sobre los límites de la ley y el derecho a formar familia a cualquier edad.

La magistrada, quien calificó el caso como una verdadera historia de amor, explicó que tras una exhaustiva evaluación del estado mental del ahora adoptado, se determinó que se cumplían todos los requisitos para llevar adelante la adopción.

Se trata de una situación única que rompe con los cánones tradicionales.Aquí no hay intereses económicos involucrados, sino un profundo lazo afectivo que busca consolidarse legalmente, declaró Carriquiry.

El hijo adoptado expresó su deseo de brindar a sus padres la tranquilidad de tener un vínculo legal que les brinde protección y seguridad en esta etapa vital.

A lo largo de mi vida siempre sentí el amor y apoyo de esta pareja, quienes me han brindado una estabilidad familiar invaluable.

Ahora quiero devolverles todo ese cariño y asegurar su bienestar, manifestó conmovido.
Esta situación excepcional se basa en la modificación de la ley de adopciones que permite, bajo ciertas condiciones, la adopción a personas mayores de edad.

La norma establece dos supuestos excepcionales: cuando se trata del hijo del cónyuge o conviviente de la persona que desea adoptar, o cuando haya habido posesión de estado de hijo durante la infancia.

El caso ha generado un importante debate en la sociedad sobre la necesidad de adaptar las leyes a las nuevas realidades familiares y el derecho a formar una familia sin importar la edad.

La magistrada Carriquiry destaca que la justicia debe acompañar estas decisiones, permitiéndole a las personas construir sus propias familias sin limitaciones arbitrarias.

La sentencia ha sido recibida con entusiasmo por parte de organizaciones defensoras de los derechos de las personas mayores, quienes ven en este caso una muestra de inclusión y respeto por la diversidad familiar.