Lluvia Negra: recomendaciones para afrontar la contaminación por humo en Argentina
La lluvia negra, un fenómeno causado por el humo proveniente de incendios forestales en Bolivia, Paraguay y el Amazonas, ha azotado a gran parte del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido alertas violeta para 15 provincias, incluyendo Salta, debido a la alta concentración de partículas nocivas en el aire.
Ante esta situación, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) ha elaborado una serie de recomendaciones para proteger la salud de la población vulnerable.
Las personas mayores de 65 años, individuos con enfermedades cardíacas o respiratorias preexistentes, así como niños con sistemas respiratorios en desarrollo, son especialmente sensibles a los efectos de la contaminación por humo, explica el doctor Juan Pérez, neumólogo y miembro de la AAMR. Es crucial tomar medidas preventivas para minimizar el riesgo de complicaciones.
Entre las recomendaciones emitidas por la AAMR se destacan: mantener puertas y ventanas cerradas, utilizar aire acondicionado con filtro limpio evitando la entrada de aire exterior, evitar encender velas o chimeneas si las concentraciones de humo son altas, no fumar dentro de los hogares, y evitar realizar actividades al aire libre, especialmente aquellas que impliquen esfuerzo físico intenso.
El uso de barbijos N95 es fundamental para proteger las vías respiratorias del humo, puntualiza el doctor Pérez.
Los tapabocas contra el polvo no ofrecen la misma protección.Además, se recomienda consultar a un médico si se experimentan síntomas como tos persistente, dificultad para respirar o dolor en el pecho, especialmente en personas con enfermedades preexistentes.
La situación actual genera preocupación por los potenciales efectos a largo plazo de la exposición al humo.
Estudios recientes han demostrado una correlación entre la contaminación atmosférica y el aumento de casos de enfermedades respiratorias crónicas, así como un mayor riesgo de complicaciones cardíacas.
La lluvia negra representa un desafío sanitario para Argentina, que exige medidas contundentes para controlar las emisiones contaminantes y proteger la salud de sus ciudadanos.