El Mediterráneo: una historia de supervivencia y resiliencia.
Hace 5,5 millones de años, el mar Mediterráneo estuvo al borde de la desaparición durante lo que se conoce como la Crisis de Salinidad del Messiniense.
Un evento geológico provocado por el cierre temporal del estrecho que conectaba el Mediterráneo con el Atlántico, a través de la Península Ibérica actual, provocó la desconexión entre ambos océanos.
Esta separación condujo a un ciclo repetido de desecación parcial o total de la cuenca mediterránea, provocando fluctuaciones extremas en la salinidad y la temperatura del agua.
Como consecuencia, se acumuló aproximadamente un millón de kilómetros cúbicos de sal en su fondo.
El impacto sobre la vida marina fue devastador.De las 779 especies endémicas que habitaban el Mediterráneo antes de la crisis, solo sobrevivieron 86.
Un estudio publicado recientemente en la revista Science por un equipo internacional liderado por la Universidad de Viena, y con participación del Geociencias Barcelona GEO3BCNCSIC y del Instituto de Ciencias del Mar ICMCSIC de Barcelona, ha revelado detalles sobre el impacto de este evento catastrófico y cómo la vida marina logró recuperarse.
Tras varias décadas de investigación analizando fósiles datados entre 12 y 3,6 millones de años, encontramos que un 66,8% de las especies marinas después de la crisis eran diferentes a las que había antes, explica Daniel García-Castellanos, investigador del GEO3BCNCSIC y autor principal del estudio.
El proceso de recuperación fue lento y complejo. Se estima que pasaron 1,7 millones de años para que el Mediterráneo recuperara su biodiversidad original, según el registro fósil exhaustivo analizado por los investigadores.
Tras la reconexión con el Atlántico y la llegada de nuevas especies como el gran tiburón blanco y los delfines oceánicos, la biodiversidad marina mediterránea presentó un patrón novedoso, con una disminución en el número de especies desde el oeste hacia el este, similar a la distribución actual.
El estudio abre nuevas preguntas fascinantes sobre cómo y dónde sobrevivieron las pocas especies que resistieron la salinización, o cómo evolucionaron los ecosistemas durante ese periodo crítico.
Daniel García-Castellanos señala: Estas cuestiones podrán ser abordadas en la red de Acción COST, denominada SaltAges, que comenzará en octubre con fondos de la Comisión Europea, donde todos los investigadores están invitados a explorar los impactos sociales, biológicos y climáticos de las eras de sal.
Estos hallazgos no solo arrojan luz sobre un evento crucial en la historia del Mediterráneo, sino que también proporcionan un modelo aplicable a otras regiones del mundo.
Los métodos utilizados en el estudio permiten conectar la tectónica de placas, el nacimiento y muerte de los océanos, la salinidad y la vida marina, ofreciendo una comprensión más profunda de la dinámica compleja entre estos elementos.