Investigaciones recientes han desvelado los secretos detrás de las preferencias aromáticas de los antiguos romanos, quienes apreciaban fragancias sencillas pero sofisticadas.

El rodio, compuesto por aceite de rosas mezclado con el sudor de gladiadores, era la opción más popular en aquella época.

Esta peculiar mezcla, lejos de ser una metáfora poética, tenía un valor tangible para los romanos, siendo considerado incluso más preciado que la sangre de los gladiadores en contextos artísticos y rituales.

El sudor de los gladiadores representaba fuerza, resistencia y victoria, explica el profesor asociado Cenker Atila del Departamento de Arqueología de la Universidad Cumhuriyet de Sivas.

Su incorporación en los perfumes reflejaba la admiración que los romanos sentían por estas figuras emblemáticas.

Aparte del rodio, otras mezclas aromáticas populares incluían perfumes a narciso, azafrán, metopio y almendras amargas.

Quienes ocupaban posiciones de poder, como generales, sacerdotes y individuos adinerados, buscaban aromas exclusivos y distintivos.

Ellos solían importar perfumes desde lejanos rincones del mundo o encargar fragancias únicas a especialistas en la materia.

En este contexto surge la recreación del perfume Telinum, un aroma que se cree que era utilizado por Julio César, el famoso general y dictador romano.

Este proyecto, llevado a cabo bajo la supervisión de Atila y dirigido por la reconocida diseñadora Bihter Türkan Ergül, ha culminado en una fragancia que busca encapsular la esencia del mundo antiguo.

Basándonos en datos históricos y hallazgos arqueológicos sobre los componentes que formaban parte de los perfumes utilizados por Julio César, hemos logrado recrear Telinum, detalla Ergül.

El perfume combina esencias antiguas como la rosa de roca, cítricos, oud y ámbar, recreando un aroma que transportaría a quien lo utilice al corazón del Imperio Romano.

Telinum estará disponible en Turquía, Francia e Italia a partir de octubre.Este lanzamiento promete ser una experiencia única para aquellos que deseen sumergirse en la historia y el olfato del antiguo mundo romano.