Las varices, una afección vascular que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente mujeres, se caracterizan por la dilatación y retorcimiento visible de las venas, generalmente localizadas en las piernas.
Este problema surge como consecuencia del mal funcionamiento de las válvulas venosas, que impiden el correcto retorno de la sangre al corazón, provocando su acumulación y la consecuente hinchazón y deformidad de las venas.
El doctor Bader AlRaies, cirujano vascular en el hospital Ribera IMSKE en Valencia, destaca que las varices son una manifestación de la insuficiencia venosa crónica, que representa la incapacidad de las venas superficiales para devolver la sangre al corazón.
Esta condición puede manifestarse de diversas maneras, desde pequeñas telangiectasias, con un impacto principalmente estético, hasta varices tronculares más pronunciadas que pueden generar dolor, molestias e incluso complicaciones como hinchazón de la pierna, cambios en su coloración o aparición de úlceras venosas.
Entre los factores que contribuyen al desarrollo de las varices se encuentran la predisposición genética, el envejecimiento, el género femenino, el embarazo, la obesidad, el sedentarismo y ciertos hábitos de vida como una dieta pobre en fibra y rica en sal, así como la falta de ejercicio físico regular.
El tratamiento para las varices se adapta a cada caso particular, según la gravedad y características de la afección.
El doctor AlRaies explica que el mejor tratamiento es el que se ajusta al paciente.En Ribera IMSKE se ofrecen diversas opciones terapéuticas, desde tratamientos no invasivos como la terapia venotónica o la compresión elástica, hasta procedimientos más invasivos como la escleroterapia, el endoláser, la radiofrecuencia y la utilización de pegamentos para cerrar las varices dilatadas.
La prevención también juega un papel fundamental en la lucha contra las varices. Mantener un peso saludable, realizar ejercicio regularmente, evitar permanecer de pie o sentado durante largos períodos, usar ropa holgada y elevar las piernas pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de aparición de varices.