La iniciativa, que se extiende hasta mañana, busca brindar una alternativa creativa para la reinserción social y generar un impacto positivo en las vidas de los niños.

El salón de exposición del Servicio Penitenciario, ubicado en avenida Hipólito Yrigoyen 821, alberga una amplia variedad de productos: desde juegos de mesa y didácticos hasta autos, trenes, casas de muñecas y sillas educadoras.

Cada pieza es un testimonio del talento y esfuerzo de los internos que, bajo la guía de profesionales, desarrollan habilidades en oficios como carpintería, talabartería, cerámica y platería.

Los talleres de laborterapia son una herramienta fundamental para el desarrollo personal y profesional de los internos, explica el director de Industrial del Servicio Penitenciario, quien resalta el impacto positivo que estas actividades tienen en la autoestima y la motivación de los participantes.

Al mismo tiempo, nos permiten ofrecer a la comunidad productos artesanales de calidad a precios accesibles.

La iniciativa ha generado un gran interés por parte del público, con una alta demanda de juguetes tradicionales como autos y castillos para muñecas.

Los precios accesibles y las opciones de pago flexible contribuyen a que la venta sea un éxito, permitiendo al Servicio Penitenciario reinvertir los recursos en la adquisición de nuevos materiales y la ampliación de las ofertas formativas.

Más allá del aspecto económico, la venta de juguetes elaborados en prisión tiene un profundo significado emocional.

Permite visibilizar el potencial creativo de los internos y su deseo de contribuir a la sociedad desde una perspectiva diferente.

La posibilidad de que un niño juegue con un juguete creado por alguien que ha cometido errores pero busca redimirse genera una reflexión profunda sobre el poder de la redención y la importancia de dar segundas oportunidades.