El Interventor Federal Remy Solá, durante su gestión en 1963, propuso la creación de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), un proyecto que, a pesar de contar con el apoyo del gobierno nacional y la visión de un desarrollo regional, quedó relegado al olvido.
Un reciente hallazgo documental revela una conferencia de prensa brindada por Solá donde se anunciaba la presentación formal del proyecto al presidente José María Guido.
En su discurso, Solá destacaba que la creación de la UNSa no era contradictoria con la Universidad Católica, sino que buscaba complementarla.
Señalaba que la nueva universidad estaría basada en los establecimientos superiores existentes en Salta, dependientes de la Universidad Nacional de Tucumán, y que requeriría un presupuesto anual de más de 120 millones de pesos.
La futura Universidad de Salta tendrá carácter regional, afirmaba Solá en su conferencia.Estará dirigida al desarrollo y el aprovechamiento de nuestra riqueza potencial y cultural, teniendo proyecciones internacionales al servir también de centro de estudios a estudiantes del norte de Chile, el sur de Bolivia y Perú.
En ese momento, la provincia ya contaba con un proyecto de creación de la Universidad Católica, impulsado por el Ingenio San Martín.
Solá reconocía las dificultades financieras para su establecimiento y recalcaba que la UNSa no solo sería una alternativa sino también un complemento a la iniciativa católica.
Para ilustrar el panorama de la época, se destaca la carta enviada por el padre John J. Foley S.J., representante de los Jesuitas de Wisconsin, al Interventor Solá.
En ella, se explicaba que los Jesuitas no podían asumir la responsabilidad financiera y personal necesaria para la fundación de una universidad en Salta en ese momento.
Aunque el proyecto de Solá finalmente no llegó a concretarse, su visión de una universidad pública con proyección regional e internacional sigue siendo relevante hoy en día.
Su iniciativa demuestra la importancia del debate público sobre la educación superior como motor de desarrollo social y económico, un debate que, sin duda, continúa vigente.