Madrid En una presentación marcada por la atmósfera otoñal de la capital, la cantautora Judit Neddermann y el virtuoso guitarrista Pau Figueras han presentado su esperado álbum, un proyecto que emerge como una exploración sonora íntima y reveladora.
El trabajo, sexto en la carrera de Neddermann, se distingue por su desnudez artística, apostando por la simplicidad de la voz y la guitarra para transmitir emociones profundas y conectar con el público a un nivel visceral.
El álbum, cuyo lanzamiento está previsto para este viernes, ya ha adelantado dos piezas: Em plou a dins y La alegria de vivir, que anticipan la sensibilidad y la maestría técnica que caracterizan esta colaboración.
La conexión entre Neddermann y Figueras es palpable desde hace años, una relación profesional que se gestó en 2011 y ha evolucionado hasta convertirse en un entendimiento musical espontáneo.
Pau me ha producido varios discos y hay un entendimiento espontáneo y total, explica Neddermann.Mis canciones son terreno fértil para que él toque lo que quiere tocar y yo cante lo que quiero cantar.
Figueras, reconocido por su trabajo con artistas de la talla de Sílvia Pérez Cruz, Rufus Wainwright, C.Tangana o Mayte Martín, destaca la confianza mutua como pilar fundamental de este proyecto: Me emociona que me vaya diciendo que sí a lo largo de los años.
El proceso creativo se desarrolló en diez días intensivos entre enero y febrero, con una premisa clara establecida por Neddermann: capturar la esencia del momento.
Cuando nos pongamos a tocar, salga lo que salga en ese momento, eso sea el disco, afirmó la artista.
El ingeniero de sonido Aniol Bestit jugó un papel crucial para materializar esta visión, permitiendo que la naturalidad y la autenticidad prevalecieran sobre la perfección técnica.
Estamos muy acostumbrados a escuchar todo perfectamente afinado con el autotune, reflexiona Neddermann.
Por eso quise que no afináramos nada a posteriori, quería hacer ese ejercicio de vale, yo canto así.
Esta decisión refleja una búsqueda constante entre la excelencia técnica y la expresión emocional, priorizando la autenticidad sobre la corrección milimétrica.
Más allá de la música, el álbum se presenta como un reflejo del viaje personal de Neddermann, una exploración de la alegría, la esperanza y la aceptación de las imperfecciones.
Es verdad que si llego a un punto en el que tengo seis o siete canciones y veo que podría haber un disco, me guardo unos días para escribir tres o cuatro más, confiesa la cantautora, quien considera este trabajo como una foto de este momento de mi vida.
La artista catalana, reconocida por su conexión con el público, ha experimentado un crecimiento significativo en su trayectoria.
Cuando la gente me descubre se queda y me trae a sus amigos, afirma Neddermann, evidenciando el impacto emocional que genera su música.
Esta conexión es especialmente significativa para ella, quien valora profundamente el cariño del público en lugares como Cataluña, Baleares y Valencia.
La colaboración con Alejandro Sanz en 2019 marcó un punto de inflexión en la carrera de Neddermann, abriendo puertas a un público más amplio.
La participación de Joan Manuel Serrat en la grabación de Vinc dun poble es otro hito que subraya el reconocimiento y respeto que ha ganado la artista en el panorama musical español.
La gira, que comenzará el 10 de abril en Barcelona, promete ser una experiencia íntima y conmovedora, donde Figueras experimentará con sintetizadores para ampliar las posibilidades sonoras de la guitarra.
Neddermann concluye: Cantar y cantar en directo, y punto.El álbum se presenta como un testimonio de su pasión por la música y su compromiso con conectar con el público a través de la autenticidad y la emoción.