Dublín El gobierno irlandés ha anunciado una política que facilita la integración laboral de estudiantes internacionales, ofreciendo oportunidades significativas para complementar sus estudios y adquirir experiencia profesional en el país.
La medida, diseñada para atraer talento global y dinamizar la economía local, permite a los estudiantes con permiso de residencia válido realizar trabajos remunerados bajo condiciones específicas.
El programa se dirige a aquellos alumnos inscritos en programas educativos a tiempo completo que conduzcan a una cualificación reconocida por el Departamento de Educación Superior, Investigación, Innovación y Ciencia irlandés.
Los estudiantes con un permiso de inmigración con sello 2 pueden trabajar hasta 40 horas semanales durante los meses estivales (junio-septiembre) y en el período comprendido entre mediados de diciembre y mediados de enero.
En el resto del año, la jornada laboral permitida se limita a 20 horas semanales.Es importante destacar que este permiso de trabajo está directamente vinculado al estado migratorio del estudiante, cesando con la expiración de su permiso de residencia.
Para acceder a esta oportunidad, los estudiantes deben cumplir una serie de requisitos rigurosos: estar registrados en el GNIB (Servicio Nacional de Migración Irlandés), inscribirse en un programa educativo reconocido que conduzca a una cualificación de nivel NFQ 7 o superior, dedicar al menos 15 horas semanales a clases teóricas y prácticas, y asistir a un mínimo de 25 semanas anuales con un horario regular.
Es obligatorio obtener un Número de Servicios Públicos Personales (PPS) para poder ser empleado legalmente en Irlanda, ya que los empleadores solo pueden realizar pagos a empleados con este número y generalmente a cuentas bancarias irlandesas.
Esta iniciativa representa una oportunidad valiosa tanto para los estudiantes como para la economía irlandesa, afirma el profesor Aidan OConnell, experto en políticas de inmigración de la Universidad College Dublin.
Permite a los jóvenes talentos financiar sus estudios, adquirir experiencia laboral relevante y contribuir al tejido productivo del país.
Tras finalizar sus estudios, los graduados internacionales tienen la posibilidad de optar por el Programa Irlandés para Graduados de Tercer Nivel, que les permite permanecer en Irlanda para buscar empleo o solicitar una tarjeta verde.
Este programa facilita la transición hacia el mercado laboral irlandés y ofrece la posibilidad de trabajar a tiempo completo durante un período determinado.
Aquellos graduados con títulos de nivel 8 o superior en el Marco Nacional de Cualificaciones pueden acceder a un permiso de residencia de doce meses, extensible hasta un máximo de siete años en total, considerando el tiempo previo como estudiante.
El mercado laboral irlandés ofrece diversas oportunidades para estudiantes internacionales.Entre los empleos más demandados se encuentran asistentes de ventas, tutores particulares (especialmente valorados por las universidades), auxiliares de biblioteca y personal de restaurantes y cafeterías.
Los salarios mínimos son de 12,50 euros por hora, y es común que los empleadores ofrezcan un período de prueba antes de una contratación permanente.
La medida ha generado entusiasmo entre la comunidad estudiantil internacional, quienes ven en ella una oportunidad para mejorar su calidad de vida durante sus estudios y facilitar su inserción laboral a largo plazo en Irlanda.
Las autoridades han enfatizado la importancia del cumplimiento estricto de los requisitos legales para evitar problemas migratorios y garantizar el éxito de esta iniciativa.