
En la ONU, Alberto Fernández pedirá reforma financiera internacional
La cuestión de la pobreza y las dificultades para el desarrollo sostenible será el motivo que animará este lunes la reunión convocada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. (Captura TV) El presidente Alberto Fernández llegó la noche del sábado a Nueva York para desarrollar una agenda que contará con al menos un encuentro con empresarios y dos actividades en Naciones Unidas , espacio desde el que aportará su visión sobre la agenda 2030 y, especialmente, donde denunciará el peso asfixiante de la deuda sobre los países de renta media y el preocupante auge de expresiones de extrema derecha en Argentina y el mundo.
En los últimos días, el jefe de Estado recorrió miles de kilómetros para participar en el G20 celebrado en India y el G77+China que tuvo lugar en Cuba , foros poblados por líderes con diversas posiciones ideológicas y geopolíticas, en los que ha reiterado la necesidad de reformular los organismos internacionales de crédito, con especial énfasis en el FMI.
'En la ONU, Fernández reafirmará los ejes que viene desarrollando: la necesidad de una nueva arquitectura financiera global, un multilateralismo más concreto y realista. Además de pedir el compromiso efectivo de las grandes potencias para el desarrollo del 2030 agenda', dijo a Télam una fuente diplomática.
Desde el inicio de su gestión, el Presidente denunció el problema del sobreendeudamiento y, en los últimos meses, elevó el tono de sus demandas y logró que más dirigentes se sumaran al reclamo. Gran parte de este cambio en el discurso presidencial responde a la posición 'inflexible' mostrada por el personal del FMI durante la última negociación llevada a cabo por el ministro de Economía, Sergio Massa.
El presidente explicó que fue él quien solicitó, hace un año y medio, que se estableciera una cláusula que permitiera renegociar los objetivos del acuerdo con el Fondo si ocurrieran acontecimientos ajenos al Gobierno que complicaran la situación financiera del país. Situación: si bien la intención era estar a salvo de un posible resurgimiento del Covid-19, los daños vinieron por el aumento de los precios de la energía debido a la guerra en Ucrania y la peor sequía que asoló el país en los últimos 100 años.
Aunque las cifras hablan casi por sí solas, desde la perspectiva del Gobierno, el personal técnico del FMI endureció su postura, pidiendo una devaluación del peso del 100 por ciento y recortes del gasto.
Desde La Habana, Fernández calificó este posicionamiento del Fondo como un reflejo de la 'lógica ortodoxa' que conduce a la 'concentración del ingreso en unos pocos y una distribución de la pobreza en millones de seres humanos en este mundo'.
La cuestión de la pobreza y las dificultades para el desarrollo sostenible será el motivo que animará este lunes la reunión convocada por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Esta será la primera oportunidad para que el presidente argentino insista y reitere algo que comparten cada vez más líderes: las metas 2030 son inalcanzables sin el compromiso de los países desarrollados y el cambio de mentalidad de los organismos crediticios de Bretton-Woods.
Otros países sobreendeudados como Egipto y Ecuador pagan los recargos al FMI que Fernández viene denunciando desde hace varios años.
Por otro lado, el martes por la tarde tendrá lugar la cuarta presentación del presidente ante la Asamblea General de la ONU, aunque solo la visitó físicamente el año pasado, teniendo en cuenta la virtualidad que en 2020 y 2021 había impuesto el Covid. .
En aquella pandemia de 2020, el jefe de Estado se había pronunciado a través de un mensaje grabado en el que había una sintonía casi perfecta con las palabras que, en ese mismo foro, había dicho el Papa Francisco.
Un mes antes, el Gobierno nacional había cerrado un acuerdo con acreedores privados y negociaba con el FMI para llegar a un entendimiento sobre la deuda asumida por la administración de Mauricio Macri en 2018.
Mientras el Sumo Pontífice afirmó que era necesario 'renovar la arquitectura financiera internacional' para 'responder al rápido aumento de la desigualdad entre los superricos y los permanentemente pobres', Fernández señaló que 'ningún país puede pagar su deuda a costa de de su población se queda sin salud, educación, seguridad o capacidad de crecer.
Ya en 2021, Fernández hablaría de que 'la deuda externa tóxica e irresponsable con fines especulativos constituye otra ola de atraso y subdesarrollo'.
Por aquellos días ese organismo multilateral hablaba de sostenibilidad de la deuda y Fernández llamó a 'impulsar un acuerdo multilateral inclusivo, capaz de abordar de manera integral los temas relacionados con la reestructuración de las deudas soberanas'.
El Presidente abriría allí un debate que luego reiteraría en la mayoría de los foros multilaterales: había que reconfigurar la política de sobreprecios de la deuda y los Derechos Especiales de Giro del FMI.
El acuerdo con esa organización llegaría en el verano de 2022, pero los objetivos pactados se verían rápidamente distorsionados por el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, con su particular impacto en la economía nacional por el aumento de los precios de la energía.
En ese particular contexto, Fernández señaló el año pasado que 'las naciones endeudadas sufren mucho más los efectos del sistema establecido' y sostuvo que 'Argentina está entre ellas', por lo que reconoció a 'todos los Estados' que apoyaron al país 'en el complejo proceso de renegociación' de la deuda externa.
Sin embargo, ese discurso, el primero presencial, estuvo aderezado con el repudio al intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner , hecho por el que el jefe de Estado comenzaría a alertar sobre 'pueblos enteros' que 'sucumbieron detrás de los profetas'. del odio.'
Casi en tono profético, habló de 'la violencia fascista que se disfraza de republicanismo' , un tema al que vuelve regularmente estos días y que puede llegar también a la plataforma de la ONU este año.