
Revisión de 'Bliss': chicas trabajadoras
'Bliss', de la directora alemana Henrika Kull, es un romance de arte y humor sobre las luchas cotidianas de dos trabajadoras sexuales de Berlín. Filmada en un burdel legal real, la película evita sensacionalizar la profesión y elude los comentarios sobre la explotación de las mujeres. Hay varias escenas gráficas de sexo que involucran a los dos amantes y sus clientes, pero Kull captura estos eventos con un admirable sentido de regularidad: la película, para bien o para mal, no hace grandes declaraciones; simplemente intenta llegar al nudo de la vida interior de sus personajes.
Sascha (Katharina Behrens), una trabajadora sexual veterana, de mediana edad, está intrigada por la chica nueva de veintitantos años, María (Adam Hoya, ex acompañante y estrella del perfil del documental de 2019 'Buscando a Eva'), que es de Italia. Las habilidades de Maria en el idioma alemán son rudimentarias, por lo que la pareja se habla en inglés, convocando dinámicas de poder espinoso en los momentos en que la mujer mayor vuelve a su lengua materna.
La relación de Sascha y Maria se desarrolla de manera un tanto banal, lo que normalmente resta valor a una historia con una trama romántica tan genérica: los dos se enamoran; surgen problemas cuando ingresan al territorio desconocido de la ciudad natal rural de Sascha, Brandeburgo, donde emergen elementos de su vida anterior; la promesa de reconciliación persiste en el acto final. Pero debido a que 'Bliss' trata sobre lesbianas que se roban besos entre sesiones con sus clientes masculinos, la fórmula funciona para normalizar lo que de otro modo podría parecer deliberadamente atrevido.
En cambio, el escenario de burdel de la película inspira preguntas sobre las actitudes de las trabajadoras sexuales de distintas generaciones: Sascha lo ve todo como un simple trabajo sucio, pero la más idealista María, que se llama a sí misma 'intérprete', compra un poco más las fantasías de la profesión. de empoderamiento. Kull enmarca esta discrepancia como una extensión de sus diversas diferencias personales, muchas de las cuales se sienten completamente normales. de una visión más amplia de los obstáculos del romance moderno.
Bliss Sin clasificar. En alemán, inglés e italiano, con subtítulos. Duración: 1 hora 31 minutos. En cines.