
Reseña de 'Kandahar': Abandonado en una película aburrida
Todo el mundo quiere encontrar al agente encubierto de la CIA Tom Harris (Gerard Butler), que se encuentra abandonado durante una misión en Afganistán: los talibanes, un sabueso iraní, ISIS, un agente secreto paquistaní. Las únicas personas que no estarán detrás de él son aquellos que buscan una buena película de acción: la asombrosamente lenta 'Kandahar' no lo es.
Para su tercera colaboración con el director Ric Roman Waugh tras 'Greenland' (con diferencia la mejor de las tres, de 2021) y 'Angel Has Fallen' (2019), Butler ha elegido un vehículo bastante ineficaz, como cuando Tom y su El traductor, Mo, roba un automóvil que se pincha rápidamente mientras se apresuran a tomar un vuelo desde Kandahar.
No solo el ritmo es tibio en el mejor de los casos, sino que Tom es aburrido, con al menos tres personajes más intrigantes que él. El principal de ellos es Mo, interpretado por el excelente Navid Negahban ('Homeland', 'Aladdin'). Un afgano exiliado, ha regresado a casa para tratar de localizar a su cuñada, una búsqueda más convincente que la de Butler, cuya principal motivación es... ¿qué exactamente? ¿No llegar tarde a la graduación de su hija en Londres? La estrella nominal se ve constantemente eclipsada por sus coprotagonistas, que también incluyen a Ali Fazal como el apuesto agente paquistaní en motocicleta y Bahador Foladi como la respuesta de Irán al inspector Javert.
Más agravante es la forma en que 'Kandahar' sigue criando a niñas y mujeres: en gran escala, los talibanes las oprimen; en una más íntima, Tom es un esposo y padre ausente, sin darles a ninguno de ellos un tiempo de pantalla decente. El servicio de labios solo hace que esa ausencia sea más notoria.
Kandahar Calificación R por lenguaje y rudeza ridícula. Duración: 2 horas. En cines.