
Reseña de 'Fantasy Football': Caos controlado
En la película, el linaje de un niño sufre un hechizo que le cambia la vida y le provoca travesuras -por lo general, una transformación corporal gobernada por alguna fuerza sobrenatural sin nombre (por ejemplo, 'Big', 'Freaky Friday')- 'Fantasy Football' presenta un nuevo giro un tanto caprichoso. Un relámpago le da a Callie (Marsai Martin), una brillante estudiante de secundaria que ha tenido que soportar una infancia itinerante debido a la inestable carrera de fútbol profesional de su padre (Omari Hardwick), el poder de controlar sus movimientos a través de un videojuego.
Callie usa esta habilidad recién descubierta para convertir a su padre en una improbable superestrella de la tercera edad, pero su participación y la obsesión de su padre con su propio éxito comienzan a sofocar su vida. Al principio, el comportamiento bastante adulto de Martin significa el tropo de la El niño embrujado carece de cierto asombro alegre e infantil. Pero en la segunda mitad, la calidad de Martin encuentra más propósito, informando el conflicto central entre ella y su padre centrado en la carrera.
Aunque la película, que incluye un excelente papel en la pantalla grande para el ala cerrada del Salón de la Fama Tony González como entrenador de fútbol, puede ser un poco encantadora, en su mayoría es superficial. En cierto modo, es un anuncio largo para Madden, el popular videojuego. Hardwick y Martin tienen una química decente, pero la película carece de un verdadero carisma que la convierta en un clásico infantil que valga la pena volver a visitar.
Fantasy Football Sin clasificación. Duración: 1 hora 38 minutos. Míralo en Paramount+.