
Hola Mundo. Ha sido un tiempo.
Pero cuando, en Chatham, tengo que mudarme por cuarta vez, lo hago con petulancia. La mesita con bandeja de metal frente a mí emite un sonido metálico cuando la coloco en su lugar. Me dejo caer de nuevo, dos vagones más adelante, me doy cuenta de que he perdido mis anteojos, sin los cuales no puedo leer una palabra, y me siento demasiado avergonzado para volver a buscarlos. Esta es una fuga de mi cosa favorita.
La mayoría de las discusiones sobre si es mejor viajar o llegar no tienen en cuenta una tercera opción, y es que tal vez hubiera sido mejor quedarse en casa. Al igual que muchas personas, me ha resultado más difícil volver a el mundo de lo que había pensado que haría en el estancamiento de 2021. ¿Siempre fue todo tan agotador? Otro epigrama brota: '¿De qué sirve salir? Vamos a terminar aquí de todos modos. Gracias, Homero Simpson.
Puede que no sea capaz de leer mi libro, pero todavía puedo mirar por la ventana. El castillo de Rochester, con su torre del homenaje del siglo XII, pasa deslizándose y ya hay niños jugando en los terrenos. Cruzamos Rainham Marshes y veo grupos dispersos de observadores de aves que han estado en ello desde el amanecer. El coronavirus sigue siendo abundante; la economía se tambalea fuera de control; el planeta está en llamas; hay guerra en Europa. A medida que más viajeros se suman al servicio de Londres, algunos con destino al fútbol, otros para ir de compras a Westfield Stratford, se me ocurre que nadie en este tren va a volver nunca a la normalidad, porque la normalidad es t donde lo dejamos. ¿Pero quién nos culparía por intentarlo?
Como para confirmar esta epifanía inesperada de sentimiento de compañerismo, un golpe en mi hombro viene. Miro hacia arriba. Me tiende las gafas y hay un hombre con una camiseta del Arsenal.
Más tarde, a salvo en la oscuridad del Crouch End Picturehouse, habrá una proyección de 'Quatermass and the Pit' (1967), la adaptación cinematográfica de la obra para televisión de Kneale de 1958. La versión original concluye con palabras del profesor Bernard Quatermass pronunciadas en medio de la humeante ruinas de la ciudad capital: 'Cada crisis de guerra, caza de brujas, disturbios raciales y purgas es un recordatorio y una advertencia. Somos los marcianos. Si no podemos controlar la herencia dentro de nosotros, este será su segundo planeta muerto'.
He visto esta película antes. Mejor voy al pub.
Andy Miller es el autor de 'The Year of Reading Dangerously' y coanfitrión del podcast 'Backlisted'.