
Francisco P. Moreno, el hombre que nos regaló 7.500 hectáreas de pura belleza
Durante décadas se dedicó a investigar la cordillera patagónica y su conocimiento de la zona lo llevó a ser uno de los expertos que trabajó durante 22 años en la delimitación de la frontera entre Chile y Argentina. En 1903, y como 'recompensa extraordinaria' por su labor al servicio del país, el Congreso Nacional le asignó la propiedad de '25 leguas de campos fiscales, en el territorio de Neuquén o al sur del Río Negro', en su elección.
Luego, en un gesto de desprendimiento y con pocos antecedentes, Moreno vendió 22 de esas ligas para financiar comedores para niñas y niños necesitados ('un niño con la barriga vacía no puede aprender a escribir la palabra pan' era una de sus frases frecuentes).
Las tres leguas restantes (unas 7.500 hectáreas en el extremo oeste del fiordo principal del lago Nahuel Huapi) fueron donadas al Estado con la condición de que se conserven intactas como parque natural ya que esa zona 'contiene -aseguró el experto- la mayor parte de importante encuentro. interesante de las bellezas naturales que he observado en la Patagonia '.
Eso sucedió el 6 de noviembre de 1903, y desde 1948, en esa fecha se celebra el Día de los Parques Nacionales.
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Cuando el Gobierno aceptó este legado, el 1 de febrero de 1904, Argentina se convirtió en el tercer país de América y el quinto del mundo con parques nacionales, junto a Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda. , piedra angular del Parque Nacional Sur - más tarde, Nahuel Huapi - a quien 25 años después - durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen - le seguiría la compra de 75.000 hectáreas alrededor de las Cataratas del Iguazú, para la formación del segundo parque nacional.
Luego de su gesto solidario, Francisco Moreno continuó un año más como director del Museo de La Plata, luego fue diputado nacional, fundador de la Junta de Niños y la Asociación Argentina de Boy Scouts, entre tantas actividades, generalmente no remuneradas.
El 22 de noviembre de 1919, casi sin fortuna, Francisco Moreno murió en la ciudad de Buenos Aires y fue enterrado en el cementerio de la Recoleta junto a su esposa, María Ana Varela. Murió en 1897, pocos meses después de cruzar la frontera. Cordillera de los Andes a lomos de una mula, cuando el experto trabajaba en la delimitación de la frontera argentino-chilena.
Un cuarto de siglo después, los herederos decidieron que el mejor lugar para el descanso de sus restos era el parque nacional con el que tanto soñaron. Desde el 16 de febrero de 1944, Francisco Moreno y María Ana Varela se encuentran en la isla Centinela, en el extremo occidental del lago Nahuel Huapi.
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Por orden de la Prefectura Naval Argentina, cada embarcación que cruce frente a la isla debe hacer sonar su bocina tres veces para honrar a uno de los hombres más valiosos de la historia argentina.