
Los 32 años de Prohuerta, una política pública atravesada por la solidaridad y la promoción de derechos
El programa nació en 1990, en el contexto de una crisis por el colapso en el suministro de alimentos para los sectores más vulnerables/Foto: Pablo Oliveri. El proyecto Fomento a la Autoproducción de Alimentos, más conocido como Prohuerta, cumple 32 años el próximo miércoles impulsando prácticas productivas agroecológicas para el autoabastecimiento, educación alimentaria, ferias y mercados alternativos con una mirada federal e incluyente de las familias productoras, pero también solidaria y con perspectivas de derechos.
Dirigido a familias y organizaciones de productores en situación de vulnerabilidad social, Prohuerta es cogestionado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y desde 2003 forma parte del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria.
El programa nació en 1990 -a través de la Resolución N° 239/90 del INTA-, en un marco de crisis por el colapso en el suministro de alimentos para los sectores más vulnerables, y actualmente es una de las políticas públicas alimentarias más importantes de América Latina para su promoción a la seguridad y soberanía alimentaria.
Los promotores y promotoras voluntarias de Prohuerta son un nexo entre el trabajo técnico del programa y la comunidad/Foto: Pablo Oliveri. 'Es un programa extraordinario y no existe uno similar en otros países por el alcance y magnitud que tiene Prohuerta en todo el territorio nacional', destacó Roberto Cittadini, ex coordinador nacional del programa (2006-2013), y agregó: 'La clave de Prohuerta es la red de técnicos del INTA que lo apoya y llega a todas las localidades y la figura del voluntario promotores'.
'Una de las características que tiene Prohuerta es que siempre ha estado permeado por la solidaridad, es una política pública que logra implementar acciones con perspectiva de derechos a nivel comunitario, y esto llevó a que este programa tenga 32 años de vigencia, con presencia en todo el ámbito territorial', subrayó el Lic. Jorge Cefarelli, asistente regional de Prohuerta y Agricultura Familiar del INTA Corrientes.
Con un enfoque territorial integral y una perspectiva de desarrollo sostenible, Prohuerta valora las particularidades de cada territorio/Foto: Pablo Oliveri. Prohuerta tiene como objetivo promover 'la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición familiar a través de la incorporación de nutrientes', remarcó Por su parte, Zulma Canet, directora del INTA Pergamino, provincia de Buenos Aires, y referente nacional del área Granja del programa.
También apuesta 'al acceso al trabajo a través de la producción de sus propios huertos, y está desencadenando otro tipo de derechos, como la participación, la comunicación, la organización, pensar en transformaciones a nivel territorial', agregó Cefarelli.
El programa 'comenzó solo con la huerta y la entrega de semillas, pero luego se vio que faltaba la parte de proteína de origen animal, luego, dos años después, se inició la parte de la finca con la ayuda del ingeniero Manuel Bonino', explicó. Canet.
De 9.000 promotores voluntarios, el 67% son mujeres/Foto: Pablo Oliveri. Actualmente, Prohuerta trabaja en más de 600.000 huertas y fincas escolares, familiares e institucionales, y en estos 32 años ha generado más de 15.000 fincas agroecológicas.
A través de él, se entregan aproximadamente 1,3 millones de kits de semillas durante las temporadas otoño-invierno y primavera-verano, y hasta 600.000 aves , entre gallinas ponedoras y gallinas camperas, a 20.000 familias en toda Argentina.
'En lo que va de 2022 hemos producido 210.000 ponedoras, 28.000 pollos para carne y eso, por regla general, ha generado 18.000 granjas. Con lo producido este año hemos llegado a 18.000 familias', dijo Canet.
Asimismo, la iniciativa ayudó a capacitar a cerca de 170.000 personas en el desarrollo de huertas y fincas, alimentación saludable y producción agroecológica, entregando insumos como semillas, árboles frutales, animales de granja y herramientas.
De 9.000 promotores voluntarios, el 67% son mujeres
El programa Prohuerta surge en 1990 con el objetivo de que los sectores más vulnerables de la sociedad puedan acceder a una alimentación saludable, en el que la solidaridad y la participación son dos de sus pilares más fuertes, y esta participación se nutre actualmente de 8.877 promotores voluntarios en todo el país, entre los que destacan los Destaca el papel de la mujer, que cubre el 67% de los voluntarios.
Los promotores y promotoras voluntarias de Prohuerta son un nexo entre el trabajo técnico del programa y la comunidad , cuyas principales actividades son la distribución de semillas y aves, apoyo a huertas y fincas, acciones de articulación territorial, capacitación y difusión de acciones.
La iniciativa 'tiene una semilla que hace germinar procesos de desarrollo en la comunidad, fortaleciendo y creando redes comunitarias, permitiendo que la comunidad se organice y, a su vez, genere procesos de transformación a nivel territorial', destacó Jorge Cefarelli, centro regional adjunto de Prohuerta. y Agricultura Familiar en el centro regional Corrientes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
'La mayoría de las promotoras a nivel territorial son mujeres, más allá de que, cuando se levanta la imagen del campo, muchas veces se invisibiliza a la mujer como productora ', dijo Cefarelli en declaraciones a Télam.
En esta línea, señaló que 'el campo se piensa como algo masculino y en realidad las tareas que se realizan están ligadas a la mujer, su importancia a nivel de la finca, la alimentación y la producción de alimentos'.
Con lo cual, 'son estos promotores los que están tejiendo estas redes a nivel comunitario', dijo el integrante del INTA, organización que cogestiona Prohuerta junto al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
'No es casualidad que se invisibilice el trabajo de las mujeres en las zonas rurales, cuando son ellas las que en realidad realizan largas jornadas con sobrecarga de trabajo, entre la producción, el cuidado, el trabajo doméstico y todo lo comunitario ', dijo Cefarelli. .
En ese sentido, recordó una experiencia que vivió en primera persona en los departamentos de Goya y Lavalle en Corrientes.
'Corrientes es una provincia patriarcal, masculinizadora, donde las mujeres de ProHuerta iniciaron una experiencia como promotoras en 2005 y ganaron espacio como líderes en sus organizaciones y, a su vez, supieron apropiarse de la palabra', dijo Cefarelli.
Las mujeres de Goya y Lavalle 'se hicieron comunicadoras populares, comunitarias, y empezaron a visibilizar sus problemas'.
'Cuando llegamos a las comunidades, el agricultor familiar dijo que los hombres hablarían con los ingenieros y que las mujeres hicieran lo mismo con el comunicador; de ahí surgió la idea de la comunicación comunitaria donde empezaron a reconocerse con la posibilidad de comunicar para visibilizar sus problemas', amplió la referencia de Prohuerta.
A tal punto que -subrayó el funcionario- 'todo este proceso les permitió asentarse como organización en 2010 y actualmente cuentan con una radio FM donde transmiten sus problemas, dándoles la posibilidad de reconocerse con la falta de un derecho. '
De esta forma, Prohuerta 'no visibiliza a través de un proceso de entrega de semillas o pollitos, sino que es una política pública que genera la posibilidad de reconocimiento de derechos a nivel comunitario', concluyó Cefarelli.
Por otro lado, con un enfoque territorial integral, un enfoque de derechos y una perspectiva de desarrollo sostenible, Prohuerta valora las particularidades culturales y ambientales de cada territorio para promover técnicas de producción amigables con el medio ambiente y tecnologías apropiadas que mejoren el hábitat y la calidad de vida de los habitantes. familias'El programa tiene una semilla que germina en la comunidad y germina otros procesos, como el desarrollo; fortalece y crea redes comunitarias; permite que la comunidad se organice y a su vez genere procesos de transformación a nivel territorial', Cefarelli adicional.
Bajo esta premisa entran en acción los promotores y promotoras voluntarias de Prohuerta, nexo entre el trabajo técnico del programa y la comunidad, cuyas principales actividades son la distribución de semillas, apoyo a huertas y fincas, acciones de articulación territorial, capacitación y difusión. de acciones
Foto: Pablo Oliveri. Actualmente, alrededor de 9.000 promotores colaboran con el programa en todo el país , destacándose la participación de mujeres, que representan el 67% de los voluntarios.
'Prohuerta siempre se mantendrá y tendrá vigencia gracias a sus exitosos resultados y la demanda de la sociedad, porque cuando se implementó fue por un período que buscaba cubrir la emergencia, y eso le permitió promover ferias agroecológicas, lo que generó una articulación de el programa con el autoconsumo y autosostenimiento de las familias', agregó Cittadini.
Prohuerta trascendió fronteras y es un ejemplo en el mundo
El objetivo principal del programa Prohuerta es mejorar la nutrición de las familias argentinas a través de la incorporación de nutrientes de la huerta y proteína animal, pero desde su creación hasta la actualidad, esta política pública federal de seguridad alimentaria fue tomada como ejemplo a nivel internacional, hasta tal punto que trascendió fronteras.
Debido al interés suscitado por organismos internacionales, a mediados de la década de 1990 Prohuerta se vio obligada a trasladarse a Armenia, donde en dos años se produjeron más de 1.000 huertas y los materiales didácticos fueron traducidos al idioma de ese país europeo.
En 2001, la Cancillería argentina recibió solicitudes para formar un equivalente a Prohuerta en Panamá, Colombia y Bolivia.
Cuatro años después, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó al país a colaborar con la pacificación y desarrollo de Haití, lo que dio origen a 'Prohuerta Haití', con la participación de los componentes de Huerta y Granja, llegando a cerca de 300.000 personas en todos los departamentos. del país caribeño.
Durante esta misión se trabajó con un equipo de casi 30 técnicos haitianos, con el aporte de ocho agencias de cooperación internacional, principalmente de Canadá, España y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Zulma Canet, veterinaria, directora del INTA Pergamino y referente nacional de la zona Granja de Prohuerta, fue una de las profesionales que contribuyó a la llegada del programa a Centroamérica, al que consideró 'muy exitoso'.
A diferencia de Argentina, en Haití 'los animales se compraban en los países que los producían (como México y Estados Unidos), aunque teníamos la intención de montar allí centros de multiplicación', explicó Canet en declaraciones a Télam.
Sin embargo -añadió el profesional- 'sí llevamos a cabo la producción de huevos y pudimos tener las granjas'.
El resultado 'fue realmente muy exitoso, las familias se apropiaron del componente y en las diferentes visitas nos agradecieron la posibilidad de consumir huevos', enfatizó Canet.
Paralelamente, Argentina lideró cursos internacionales en territorio nacional para técnicos de América Latina, el Caribe y África -con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el INTA, la Cancillería y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas)- . en inglés)- para el diseño de iniciativas equivalentes, bajo la tutela del entonces coordinador nacional de Prohuerta, Roberto Cittadini.
HUERTOS ESCOLARES AGROECOLÓGICOS EN HAITÍ
En 2016, luego de más de 10 años, Prohuerta Haití se vio interrumpida por la decisión de la gerencia de Mauricio Macri.El 31 de mayo, el Gobierno relanzó el programa en el país caribeño a través del proyecto 'Huertos Escolares Agroecológicos en Haití como Estrategia para la Construcción de la Seguridad Alimentaria y Nutricional'.
El canciller Santiago Cafiero y la titular de Cascos Blancos, Sabina Frederic, asumieron la iniciativa, en el marco de las actividades que impulsa Argentina en su ejercicio de la Presidencia Pro Tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En ese sentido, Canet destacó la importancia de poder retomar el componente Granja en Haití.
'Como estuvo tanto tiempo discontinuo, el equipo técnico se disolvió y hubo que reacomodar todo, capacitaciones y demás', lamentó la directora del INTA Pergamino, aunque aclaró que 'no hay que empezar de cero porque las semillas cayó en buenas manos y hay que engrasar los engranajes'.