
Reseña: En 'Bees & Honey', el amor es dulce y pegajoso
Lo que une a dos amantes puede ser más obvio que lo que los mantiene sincronizados. Una sonrisa tentadora y una línea de apertura suave pueden perforar el ruido de un club lleno de gente, pero ¿entonces qué? En el caso de 'Bees&Honey', que se estrenó en el Teatro MCC el lunes, los ojos se cruzan y las caderas giran al ritmo de la guitarra valiente y el ritmo de ocho tiempos de la bachata.
Este estilo dominicano de música y baile, con su cadencia sensual y profesiones de angustia, es una metáfora fundamental en este juego de dos manos de chico conoce a chica del dramaturgo Guadalís Del Carmen. Maribel Martinez) y Manuel (Xavier Pacheco) comienzan un dúo que pronto los encuentra compartiendo un apartamento en el barrio de Washington Heights en Manhattan.
Ella es una fiscal de distrito que asciende de rango para procesar casos de alto perfil; es un mecánico con planes de ampliar su taller de reparación de automóviles en los cinco condados.
En la siguiente escena, están navegando por los ritmos de un romance a largo plazo, inmersos en el tenor y los sabores de sus orígenes afro-dominicanos. Instintivamente, a veces se deslizan al español, burlándose y animándose el uno al otro mientras sus vidas continúan entrelazadas. .
El naturalismo de la vida cotidiana de 'Bees&Honey', presentado en colaboración con Sol Project, está más interesado en capturar detalles culturalmente específicos que en abrir camino con una trama original. La agitación de los entresijos diarios en esta puesta en escena del director Melissa Crespo, en una sala de estar de colores de catálogo diseñada por el diseñador Shoko Kambara, tiene una calidad familiar de comedia de situación. Y casi todos los desarrollos de la historia reflejan una perogrullada inevitable (la vida sexual disminuye, las mujeres quedan embarazadas, los ancianos requieren atención). Para un drama marital que dura dos horas incluyendo un intermedio, se siente ligero en sustancia y sorpresa.
Pero lo que distingue a Johaira y Manuel, y cómo su síncopa prospera y se tambalea, es la textura de su herencia compartida. Del Carmen bordea los bordes del estereotipo al subrayar cualidades diversas asociadas con los hombres y mujeres dominicanos, pero finalmente logra crear creíbles, si bien personajes convencionales. Del Carmen revela una mano dura en cómo Johaira obliga a Manuel a leer ganchos de campana, como un antídoto contra su machismo heredado. fuera del escenario a gente que nunca conocemos.
Aún así, la facilidad y la electricidad entre Martínez y Pacheco, cuyas actuaciones se profundizan a medida que la unión se vuelve más complicada, le dan a la producción un atractivo dulce y pegajoso. transparencia luminosa. Y el Manuel de Pacheco está cargado de empatía y erotismo, reflexivamente atento y cariñoso, listo para responder a la más mínima provocación. Parecen burlarse perfectamente hasta que no lo hacen. Entonces, ¿qué pasó? Como dice Johaira sobre bailar bachata: ' Pierdes el equilibrio y el momento se esfuma'.
Bees&Honey hasta el 11 de junio en MCC Theatre, Manhattan; mcctheater.org. Duración: 2 horas.