
'Mal de muchos, consuelo de necios'
Foto: Florencia Downes. Atención, todos con sus pasaportes el día que partimos para España, siglo XV, en busca de Don Iñigo López de Mendoza y de la Vega, alias El Marqués de Santillana... Y ahí está, ¿lo ves? ¿a él? Vive componiendo proverbios, es proverbio de nacimiento; y como también es militar y poeta, impone sus sentencias con severidad... ¡Y sí! Así trabaja el Marqués... Ahora intenta imponer Mal de muchos consuelos de tontos, su último éxito. Es bien sabido que al marqués le molestan mucho más los tontos que los malos, y sabe objetar el término consuelo. Un consuelo es siempre un descanso, un alivio de un dolor o una desgracia... Pero esta frase nos recuerda que el hecho de que muchas personas tengan el mismo problema o sufran la misma desgracia no mejora ni alivia esa situación,
Imagínate, insiste el marqués, que hay un país en crisis y uno de sus habitantes no encuentra trabajo... Entonces, un compañero le dice: No te preocupes, todos somos iguales. El otro podría responder: Sólo un tonto se contentaría porque el resto es igual que yo. El hecho de que haya mucha gente con problemas laborales no me va a quitar la preocupación de cómo puedo pagar mis facturas... ¡Y sí! Tiene razón el Marqués, ¿vamos a ir contra él ahora, seis siglos después?...